BMW M2 CS Racing: mutado para dar el máximo en competición
Sobre la excelente base del M2 CS, una edición limitada con características de coche de competición, BMW y su división deportiva M Motorsport han desarrollado precisamente un vehículo para batirse en los circuitos de todo el mundo.
BMW cuenta en su catálogo de productos con todo un “purasangre”, el M2 CS, una edición limitada del ya de por sí brillante coupé de la Serie 2. Ese modelo es un ejemplo de tecnología y de máxima deportividad, destacando su motor de 3 litros y 6 cilindros en línea con 450 CV y su excelente chasis, suspensión y equipo de frenos. Está hecho para responder a las necesidades del cliente, pero no deja de lado, por supuesto, los elementos necesarios de confort y equipamiento que demanda un coche que supera los 100.000 euros.
Lo que queda claro es que el punto de partida es magnífico para el departamento competición de BMW, M Motorsport, que con el reglamento deportivo de la Federación Internacional de Automovilismo en una mano, y con su enorme capacidad de ingeniería en la otra, han creado un coche de competición espectacular y a un precio “alcanzable” en relación a su calidad y rendimiento: cuesta aproximadamente 95.000 euros, sin incluir los impuestos.
La división M Motorsport ya tiene experiencia a la hora de “transformar” un coche de serie en uno de competición, pues hace cerca de tres años desarrolló un M4 para la categoría GT4 de Circuitos. Por tanto, el software y la electrónica se han implementado en el BMW M2 CS Racing y se ha calibrado el motor de 3 litros turbo para alcanzar de 280 a 365 caballos, dependiendo del tipo de campeonato para el que esté destinado.
Por supuesto, también se ha reprogramado el software de la caja de cambios automática de 7 marchas, se ha agregado un diferencial mecánico y el sistema de escape se ha cambiado por uno específico de competición. Otras modificaciones afectan a sistemas como el ABS de frenos y el DSC de estabilidad, que actúan de manera distinta pero que siguen existiendo en los coches de competición.
Como es de esperar, se ha eliminado cualquier elemento superfluo para aligerar el peso al máximo, la carrocería cuenta con un arco de seguridad homologado, el techo es de carbono, la aerodinámica se ha optimizado y dispone de un alerón trasero ajustable, la suspensión cuenta con amortiguadores regulables, la dirección es también específica para circuitos y los frenos se han potenciado con pinzas de 6 pistones delante y de 4 detrás, combinados con discos de 380 mm de diámetro.