Estos son los efectos del calor que perjudican seriamente al conductor
Es habitual que, en verano, proliferen los consejos y las advertencias sobre los efectos del calor en el organismo humano. La deshidratación y las lipotimias son fenómenos muy perjudiciales para la salud que pueden tener graves consecuencias.
Así mismo, no faltan los manuales para que los viajes por carretera durante estos meses sean lo más seguro posible, ya que una temperatura demasiado elevada puede dañar algunos elementos mecánicos del vehículo, como las ruedas o las piezas de goma.
Pero, ¿tiene el calor algún efecto perjudicial que afecte en especial a los conductores? Pues sí, ya que muchas consecuencias de las altas temperaturas merman las habilidades necesarias para mantener un nivel de atención al volante seguro.
Entre otros efectos, las altas temperaturas pueden generar agotamiento, náuseas y deshidratación, además de incrementar el riesgo de sufrir calambres… que, si en general son nocivos, al volante puede provocar accidentes con resultados graves.
En lo que se refiere a la conducción, el calor afecta principalmente a los reflejos y a la sensación de fatiga. Las altas temperaturas al volante se traducen en cansancio y somnolencia, lo que es muy peligroso en carretera. Además, estos fenómenos fisiológicos alargan el tiempo de reacción del conductor ante los estímulos de la conducción, por lo que cualquier imprevisto en la vía puede acabar siendo causa de siniestro.
Según los datos ofrecidos por el comparador Acierto.com, conducir en verano con temperaturas demasiado elevadas puede incrementar hasta en un 20% el riesgo de accidente. A mayor temperatura, mayor es el peligro en carretera.
Desde Acierto.com explican que, por ejemplo, conducir a 35 grados de temperatura puede provocar que el conductor deje de percibir el 20% de la señales de tráfico o que incremente en un 30% los errores al volante.
Para poner una solución y evitar estos efectos, siempre es recomendable viajar durante las horas de menos calor (a primera o última del día), controlar los niveles de hidratación y parar regularmente.