Las vacaciones con la casa a cuestas están en auge y las caravanas son una modo de viajar seguro y sin tener que preocuparse por el alojamiento. Pero, al contrario que con otros tipos de vehículo, requieren una conducción más atenta.
Las caravanas se distinguen de las autocaravanas o de las camper porque no tienen motor: precisan de un vehículo tractor que las mueva. Son un tipo de remolque que se engancha al coche y se traslada de un lado a otro.
Hasta una cierta masa máxima (750 kilos peso) pueden conducirse con el carnet B y en caso de sobrepasar el límite será necesario obtener el permiso B69 o el B+E.
Para evitar sanciones o incluso sustos en carretera, es necesario conocer los límites de velocidad, que son diferentes cuando se viaja con este remolque.
En autopistas y autovías habrá que circular a un máximo de 90 kilómetros por hora, en vías secundarias con más de un carril por sentido o un arcén de un metro medio el límite será de 80 y en el resto de calzadas, 70 kilómetros por hora. En zonas urbanas, habrá que respetar el límite genérico de 50 o de 30 kilómetros.
Una vez que se conocen los aspectos generales y las normas de seguridad vial que pueden afectar a la conducción y al bolsillo, el Real Automóvil Club de España ha lanzado una serie de consejos para facilitar la tarea de arrastrar una caravana.
Al tratarse de un remolque y no simplemente de un vehículo más grande, requiere de unas ciertas técnicas y cuidados para que el viaje se complete de principio a fin con seguridad y con éxito.