El Fiat 500 es de esos coches que tienen estrella. Atrapa al primer vistazo y crea afición. Y es que la reinterpretación del clásico “sesentero” ha sabido mantener su esencia, mejorarla, y adaptarla a las no pocas necesidades urbanas de hoy en día.
Ahora, con el 500 eléctrico a la vuelta de la esquina, analizamos la variante híbrida para aquellos que aún no se quieren despegar de los motores de combustión. Porque sí, este 500 es híbrido, pero depende totalmente del propulsor de gasolina para moverse, ya que cuenta con un sistema eléctrico que funciona como apoyo y factor de eficiencia.
El Fiat 500 Hybrid, o más bien de hibridación ligera, cuenta con el probado y fiable motor Firefly de tres cilindros, 1 litro de cubicaje y 70 caballos de potencia, el cual se combina con otro eléctrico que hace las funciones de generador mediante un sistema de 12 voltios. Este motor se encarga, principalmente, de quitar “trabajo” al principal en ciertos momentos, lo cual incide directamente en el consumo y las emisiones, además de otorgarle la etiqueta “Eco” de la DGT. Un ejemplo de lo dicho es que, por debajo de los 30 km/h, en punto muerto, el sistema permite que el motor de combustión no esté activo y por tanto no gaste.
Más allá de lo citado, al volante del 500 Hybrid no se aprecia nada diferente en la conducción. La mecánica de 70 caballos es perfecta para el uso en ciudad, su lugar preferente, y ahí rinde como se espera. La posición de la palanca del cambio, alta y muy cerca del volante, hace cómodo su manejo.
El tamaño del 500 es ideal para transitar por las calles. La dirección es suave, y con el modo “City”, que se activa pulsando un botón, se maniobra y aparca con mayor facilidad. El funcionamiento del sistema híbrido se controla mediante un gráfico en el cuadro de mandos digital, que informa de cuándo aporta energía o la recupera. Para esto último se vale, como es habitual en este tipo de mecánicas, de las desaceleraciones y frenadas.
Fuera de la ciudad, el motor de 70 caballos tiene las limitaciones propias de ese nivel de potencia, pero eso solo obliga a jugar más con el cambio y encontrar el régimen adecuado, lo cual incluso es más entretenido para los amantes de la conducción tradicional.
El consumo medio durante nuestro recorrido, de más de 300 km, fue de solo 5,6 litros a los 100 km, y eso que condujimos por carreteras de montaña en las que hubo que estirar a menudo las marchas.
El comportamiento general –algo común al resto de versiones del 500–, también nos ha parecido interesante, con unas suspensiones perfectamente calibradas y un conjunto bien asentado a la carretera.
El diseño del Fiat 500, como hemos apuntado al principio, es uno de sus grandes valores, y si la versión es tan especial como la Launch Edition sometida a prueba, todavía más. Color específico (verde Rugiada), luces diurnas por LED, llantas de 16 pulgadas, sistema multimedia Uconnect con pantalla de 7 pulgadas, volante deportivo en piel y unos asientos muy confortables se unen en este caso a las soluciones estilísticas que tan grande han hecho al Fiat 500.
La versión híbrida está disponible en todos los acabados, desde el más básico, Pop, que tiene un precio de solo 10.036 euros con promoción, a los 17.650 del Launch Edition (también incluyendo descuentos).
Motor: Gasolina, 3 cilindros en línea.
Potencia (kW/CV): 51/70.
Cambio: Manual, 6 velocidades.
Largo (mm): 3.571.
Ancho (mm): 1.627.
Alto (mm): 1.488.
Maetero (litros): 185.
Velocidad máxima (km/h): 167.
De 0 a 100 km/h (seg.): 13,8.
Consumo medio (l/100 km): 5,3.
Emisiones CO2 (gr/km): 119.
Precio (euros): desde 10.036.