¿Tienes que conducir de noche? Sigue estos consejos de la DGT para hacerlo con seguridad

¿Tienes que conducir de noche? Sigue estos consejos de la DGT para hacerlo con seguridad

Bien sea por motivos de trabajo o por viajes de ocio, hay ocasiones en las que toca conducir de noche y es necesario entender que los riesgos aumentan respecto a los trayectos que puedan realizarse de día. En concreto, los peligros que caracterizan el tráfico nocturno son dos: la visiblidad y la fatiga.

Este primer factor es determinante para una conducción segura, ya que tanto ver al volante como ser visto por el resto de conductores favorece la prevención y las maniobras anticipadas para evitar accidentes. Hay una serie de elementos del vehículo que nos permiten mejorar esta capacidad, como las luces, pero hay que mantenerlos en buen estado y realizar las revisiones y cambios necesarios para ello.

Por otro lado, la fatiga es un fenómeno que afecta a las capacidades físicas del conductor para mantener la seguridad al volante. Es importante detectar los síntomas de la misma y no apurar la conducción: es mejor parar a descansar que forzarse a continuar y provocar un accidente.

Los síntomas que sirven para detectar el cansancio al volante son: somnolencia, dolor de cabeza, nuca o cuello; picor de ojos, cambio continuo de posición en el asiento conductor, sensación de tener mucho calor, sed o sudor en las manos y el aumento de consumo de cigarrillos, caramelos o golosinas.

Aprovechando el cambio de estación y que las noches ya van, paulatinamente, haciéndose más cortas, la Dirección General de Tráfico ofrece los siguientes consejos para aquellos que tienen que circular después del atardecer.

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.