Cambia la normativa que regula la venta de placas de matrícula para vehículos
La placa de la matrícula de un vehículo no es un accesorio. Es, más bien, su documento de identidad y, por tanto, no llevarla, llevarla sucia o manipularla es motivo de sanción. Hay veces que estas multas alcanzan hasta los 6.000 euros y la retirada de puntos en el carné de conducir.
La comercialización y las características de las matrículas están reguladas por el Gobierno y desde ayer han cambiado algunos de sus requisitos. Pero que no cunda el pánico: ninguno de los cambios afecta a los conductores.
Tal y como se ha publicado este martes en el Real Decreto aprobado por el Consejo de Ministros, una de las mayores modificaciones al respecto de los requisitos para la comercialización y puesta en servicio de placas de matrícula ha sido la eliminación de la autorización administrativa previa necesaria para cada modelo de matrícula.
Mientras que los aspectos técnicos fundamentales de cada placa se mantienen (se exige que no se decolore con la lluvia o que sea resistente al paso del tiempo), se reducen los trámites administrativos y se deja más espacio a que aumente la competencia entre centros de matriculación.
Por consecuente, este cambio no afecta a los conductores pero puede beneficiarles en el precio de las matrículas para sus vehículos, que puede verse abaratado entre 50 céntimos y 1 euro. El coste de las placas en España está entre los 20 y los 50 euros, dependiendo del taller, y se estima que se venden unos tres millones de unidades anuales.
El resto del Real Decreto regula el régimen de responsabilidad de los fabricantes y otros agentes económicos en cuanto al cumplimiento de las especificaciones técnicas que han de cumplir todas las matrículas para vehículos a motor que vayan a circular en el territorio español.