Adaptar los talleres mecánicos a los coches eléctricos evitaría el cierre de más del 20% de estos establecimientos
La adaptación a la nueva movilidad no solo pasa por un cambio en la mentalidad del conductor y en la del fabricante. Todos los sectores que, de un modo u otro, están relacionados con la automoción también deben emplearse a fondo en esta tarea para no quedarse atrás o desfasados.
Este conjunto de servicios relacionados con el sector del automóvil también incluye los talleres mecánicos. Los servicios postventa son establecimientos imprescindibles para los conductores, ya que gracias a ellos se puede asegurar el perfecto funcionamiento del vehículo durante toda su vida útil.
Según Ganvam (Asociación Nacional de Vendedores de Vehículos a Motor, Reparación y Recambios), la adaptación de los talleres mecánicos a la movilidad y mecánica eléctricas conseguirá evitar que para el futuro año 2030 un 20% de estos centros postventa hayan echado el cierre.
Para esta fecha, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) espera contar con un total de cinco millones de modelos electrificados enchufables en circulación. Así pues, este proceso de adaptación tiene que ser integral, pasando también por la formación de los profesionales que han de ser capaces de responder a las nuevas exigencias del mercado de las reparaciones mecánicas.
Si bien es cierto que los modelos eléctricos puros son más baratos de mantener que los coches de combustión y precisan menos revisiones, los mecánicos han de adaptar su formación para hacer frente a las nuevas averías de las que puedan ser susceptibles tanto los eléctricos puros como los híbridos enchufables.
También otros sectores relacionados con la siniestralidad y la seguridad vial, como los bomberos que acuden en caso de accidente, deberían actualizar su formación para saber cómo actuar en caso de siniestro. Los coches eléctricos pasan estándares y pruebas de calidad y seguridad, pero comportan peligros diferentes a los motores de combustible fósil.