¿Sabías que unos amortiguadores gastados aumentan en un 35% la distancia de frenado?
El respeto de la distancia de seguridad, tanto en carretera como en ciudad, es una manera de asegurarse el espacio necesario para poder frenar por cualquier imprevisto sin sufrir una colisión por alcance ni con el coche que nos precede ni con el que nos antecede.
Este sencillo gesto puede verse afectado por varios factores ajenos al conductor o al vehículo, como la climatología y el estado de la calzada, por lo que hay que ser previsores y aumentar la distancia cuando llueve o el terreno parece resbaladizo.
Pero, por otro lado, hay factores que sí está en la mano de quien conduce evitar que afecten a la seguridad. El estado y mantenimiento del vehículo es uno de ellos. Según la información que publica la Dirección General de Tráfico, hay varios elementos de la mecánica de un vehículo que influyen directamente en los metros extra que se recorren al frenar.
Por ejemplo, si circulamos por una autovía a 120 kilómetros por hora, la distancia de frenado que se recorre desde que el conductor reacciona hasta que el coche está inmovilizado son unos 81 metros de media. A esta distancia hay que sumarle los 39 metros que se recorren durante el tiempo de reacción del conductor.
Pues bien, en el caso de circular con los neumáticos en mal estado, está distancia de frenado se puede ver aumentada en cinco metros (o en un 6%). Pero depende de la cantidad del desgaste. En el caso de que el dibujo sea inferior a los 2 milímetros, la distancia se alarga hasta 10 metros más.
Circular con los frenos sin revisar en un peligro para todos. Un sistema de frenado desgastado aumenta la distancia necesaria para inmovilizar el coche en un 25%, lo que se traduce en 20 metros.
Sin embargo, los amortiguadores desgastados son uno de los elementos que más influyen: pueden aumentar la distancia de frenado en un 35%, por lo que se recorrerán hasta 28 metros más de la media, pudiendo provocar un accidente por alcance con el vehículo precedente.