Conducimos el nuevo Cupra Formentor, un coche con cuerpo de SUV y alma de GTI
Después de tres años en el mercado, Cupra ya ha construido su primer coche cien por cien. Se trata de un SUV coupé con una longitud de 4,47 metros y un potente motor turboalimentado de 310 CV y tracción a las cuatro ruedas.
Sin duda, ha sido uno de los modelos más esperados de este 2020 y va a dar mucho que hablar. No estamos ante un coche convencional. Ni mucho menos. Para los españoles es un orgullo disponer de un producto como este, fabricado en la planta que Seat tiene en la localidad barcelonesa de Martorell, y que tanto por su aspecto como por sus prestaciones es muy ambicioso para conquistar a un cliente que lo quiera todo.
De las cinco versiones previstas en su primer ciclo de vida, y entre las que no faltarán incluso motorizaciones híbridas enchufables, la provista del motor 2.0 TSI que hemos probado en esta ocasión es la que abre la veda.
Y lo hace con mucha fuerza y ganas de contentar a quien se pone a sus mandos. Los más de 300 CV disponibles dan mucho juego (baja de los 5 segundos en pasar de 0 a 100 km/h) y la elasticidad que muestra desde los primeros compases enamora al igual que su temperamento cuando hundimos el pie sobre el pedal del gas.
Del cambio, el habitual y eficaz DSG automático de siete relaciones, hay que hablar en los mismos términos. El caso es que el matrimonio es perfecto independientemente que lo usemos en modo automático cien por cien o actuando sobre las levas que disponemos en el volante.
Tampoco falta un sonido de lo más espectacular, que en las retenciones provoca unas sensaciones harto deportivas, y cuatro modos de conducción a la carta como son Confort, Sport, Cupra e Individual.
Con tracción a las cuatro ruedas y provisto de un diferencial delantero autoblocante, su comportamiento en curva es intachable. Se pega al asfalto como una lapa, apenas hay perdidas de tracción, y se puede hablar de unas reacciones de GTI sin que su mayor peso cause trastorno alguno. El caso es que hay pocos SUV del tipo compacto que se desenvuelvan tan bien como el Formentor.
Ya tenemos claro que dinámicamente este coche convence y mucho. Si analizamos el interior podemos hablar en los mismos términos. Repleto de detalles muy deportivos, como son por ejemplo los asientos del tipo “bacquet”, la calidad de terminación está muy conseguida. Llama la atención la pantalla central digital de 12 pulgadas cuya única pega es que su funcionamiento es poco intuitivo. El botón de arranque en el volante, el diminuto selector del cambio o los detalles en bronce, para mi poco agraciada esa tonalidad, colaboran a crear un ambiente de lo más deportivo.
Por fuera, las fotos lo dicen todo. El conjunto es potente y muy equilibrado en las formas con esa caída tan característica del techo en la zona posterior. Las llantas de 19 pulgadas o las generosas tomas de aire en el frontal tampoco pasan desapercibidas para que el Formentor entre enseguida por los ojos como pudimos comprobar a lo largo de esta primera toma de contacto.
De momento, esta versión es la única disponible desde 46.920 euros. Pero si no se necesita tanta potencia, en poco menos de un mes el Formentor se ofertará también con un motor de 150 CV y tracción delantera. Más adelante, en los primeros compases del año que viene, habrá una versión e-Hybrid de 245 CV, como la estrenada en el León, y un Diesel de 150 CV.