El BMW Serie 4 Coupé mejora en todo, ¿quieres saber cómo?
Tendrá amantes y algunos pocos detractores, y nos atrevemos a decir “pocos” porque en el mundo del automovilismo BMW ha inundado siempre el mercado de modelos verdaderamente atractivos. Es el caso, justamente, de la Serie 4, la variante Coupé del Serie 3, que con su carrocería de dos puertas cautiva a propios y extraños.
La nueva generación ya está a la venta, y lo hace creciendo en todas sus cotas: es casi 13 cm más larga que la anterior versión, cerca de 3 cm más ancha, la distancia entre ejes crece en 4 cm y la altura solo aumenta en 6 mm, pero en cualquier caso va 5,7 cm más cerca del suelo respecto al Serie 3, modelo con el que marca cada vez más diferencias.
El diseño es, obviamente, uno de sus grandes atractivos. En el frontal destacan los tradicionales “riñones”, ahora más achatados y grandes, las ópticas LED (con tecnología láser como opción) y ese perfil de coupé puro que lo hace tan deportivo y a la vez elegante. Por cierto que la parrilla es “activa”, es decir, que se abre cuando el motor necesita refrigeración y se cierra para mejorar la aerodinámica cuando no es así. En el perfil también resaltan las llantas, que van de 17 a 19 pulgadas, y de la zaga se caracteriza por las las ópticas alargadas y horizontales, el difusor y las salidas de escape.
El interior tiene un diseño exquisito, como no podía ser de otra forma, con líneas fluidas y limpias. A pesar de la digitalización, con el cuadro de instrumentos y la pantalla central del sistema de información y entretenimiento a la cabeza, BMW mantiene bastantes botones y mandos físicos, pero no hay ni mucho menos saturación.
En el lanzamiento, la gama contará con tres versiones gasolina y uno diésel. Entre las primeras está el 420i con un propulsor de 4 cilindros y 184 caballos cuyo precio de partida es de 48.400 euros. En el siguiente escalón está el 430i, también con 4 cilindros pero ya con 258 caballos (52.500 euros) y en el escalón más alto el M440i xDrive, con motor de 6 cilindros, 374 caballos de potencia, sistema de hibridación ligera de 48 voltios (por lo tanto con etiqueta “Eco” de la DGT), tracción total y un precio que se eleva hasta los 74.300 euros. En diésel está disponible la versión de acceso 420d, con un motor de cuatro cilindros de 190 caballos que se apoya también en el sistema Mild Hybrid de 48V y que parte de los 49.350 euros. En marzo del año que viene llegarán versiones diésel más potentes, y toda la gama cuenta con el avanzado cambio automático de 8 velocidades de serie.
En la presentación a la prensa del Serie 4 tomamos contacto con la versión 420d y realizamos una ruta muy variada de aproximadamente 200 km. Aunque la dotación de serie de este BMW ya cuenta con importantes elementos en materia de equipamiento, la unidad probada añadía el acabado M Sport, que además de potenciar la imagen y la dinámica, también eleva el precio de partida. Por cierto que si algún cliente quiere más en este sentido, puede recurrir al nuevo paquete M Sport Pro o los accesorios M Performance.
En marcha, durante nuestro tránsito por autovía gozamos del gran confort que aporta este Serie 4. El nuevo Head-Up Display que proyecta información sobre el parabrisas tiene más información, de mayores dimensiones, y ayuda a no tener que quitar los ojos de la carretera. También se nota la acción del sistema de 48 voltios en las zonas llanas, ya que permite que no haya tanta demanda del motor térmico, y eso influye en el consumo y emisiones. Por cierto que, en el caso de este diésel, el gasto medio homologado de combustible es de 4,5 litros a los 100 km y la emisiones de 118 gramos por kilómetro de CO2. Pero el sistema Mild Hybrid no se queda en eso, ya que también ayuda al motor al acelerar y recuperar, y eso hace que los 190 caballos estén muy “vivos” en toda circunstancia.
Tras la “paz” de la autovía entramos en una larga zona de curvas, y en este punto decidimos seleccionar el modo de conducción más deportivo disponible, denominado Individual. El recorrido, muy sinuoso, obligaba al chasis a retorcerse y trabajar mucho, manteniendo en todo momento una estabilidad espectacular, con un motor y un cambio rindiendo a un gran nivel, ya fuera de forma automática o manejando las levas del volante. La dirección, por cierto, es muy sensible y directa, de enorme tacto deportivo, y los frenos brillantes por su efectividad y contundencia.
Un gran sabor de boca, sin duda, el que nos ha dejado el nuevo Serie 4, que además dispone de mucha tecnología relacionada con la seguridad y ayudas a la conducción, incluyendo de serie elementos como el aviso de colisión frontal con frenada automática, alerta de salida de carril o lector de señales de tráfico.