La bajada de los límites de velocidad podría reducir la siniestralidad entre un 15% y un 30%
Los cambios aprobados que modifican tanto el Reglamento de Conductores como la Ley de Tráfico van a afectar no solo a la gravedad de las sanciones, sino también a los trayectos diarios en ciudad y carretera debido a la bajada de los límites de velocidad. En las vías urbanas, estos nuevos límites llegarán a fijarse en 20 kilómetros por hora en las calles de un solo sentido de circulación.
Esta pacificación del tráfico no es nueva, ya que el proyecto de las Ciudades 30 lleva tiempo sobre la mesa. Los beneficios de rebajar los límites de velocidad repercuten no solo en la siniestralidad sino en una mejor convivencia entre todos los usuarios de la vía (peatones y conductores de VMP, que aumentan de manera vertiginosa cada año) e incluso mejoran los índices de contaminación acústica en las grandes ciudades.
Según apunta Fesvial tras reaccionar, de manera positiva, a los cambios aprobados por el Consejo de Ministros, se espera la aceptación por parte de la ciudadanía de los nuevos límites de velocidad. En su último Barómetro de Seguridad Val y Movilidad, los encuestados tuvieron que valorar algunas de las medidas propuestas en el paquete de modificaciones del Reglamento. Al respecto de la reducción de la velocidad, el 51% de los conductores estaba de acuerdo sobre reducir a 30 Km/h la velocidad en las vías de un único carril por sentido.
La valoración de esta medida, en concreto, fue de 3,49 sobre un máximo de 5 puntos. En el otro lado de la escala se sitúa un 21% de los encuestados, que estaba totalmente en desacuerdo o bastante en desacuerdo con el cambio, y un 26% dijeron no estar ni de acuerdo ni en desacuerdo.
Sin embargo, en este barómetro se consideró que la velocidad es una de las principales causas de accidentes de tráfico, con un 41’1% del total de los siniestros provocados por esta razón y solo por detrás de conducir bajo los efectos del alcohol (50,6%) o de las drogas (48,9%).
Así, desde Fesvial consideran que reducir la velocidad en este tipo de vías puede contribuir en un 15% y un 30% en la reducción global de la siniestralidad, sobre todo en aquellos accidentes en los que están implicados los usuarios vulnerables: bicicletas, vehículos de movilidad personal y peatones. Además, circular a una menor velocidad puede restar gravedad de las lesiones sufridas en un atropello, ya que este factor incide directamente. Según el Dr. Javier Llamazares, director general de la Fundación Española para la Seguridad Vial, «el riesgo de atropello de un peatón es 9 veces menor si se circula a 30 km/h que si se hace a 50 km/h.»