Coches autonómos: se retrasa su implementación pero están más cerca de lo que parece
Mucho se habla y especula sobre la conducción autónoma, que evoca imágenes propias de una película de ficción cuando se habla de este tema. Visto como algo que pertenece a un futuro muy lejano, la realidad es que este tipo de tecnología está mucho más cerca de lo que se piensa.
Un estudio de la consultora PwC, ‘Digital Auto Report 2020’, demuestra que dentro de 15 años, en 2035, solo el 1% de los coches serán de conducción 100% autónoma e inteligente en zonas como Europa, Estados Unidos y China. Esta fecha, que se ve como un atraso en la implementación de estos sistemas, se debe al golpe que ha sufrido la automoción y el desarrollo de la tecnología en el mundo automovilístico durante este año.
Sin embargo, existen varios niveles de coche autónomo y algunos de los prototipos iniciales ya circulan por la red de carreteras de nuestro país, por ejemplo. Es el caso de los llamados modelos de nivel 1, que incluyen los conocidos sistemas ADAS de ayuda a la conducción, y de nivel 2, como son los últimos modelos del Seat León e Ibiza y que controlan movimientos laterales y longitudinales siempre bajo supervisión del conductor.
Los niveles de autonomía 3 y 4 ya presentan características de detección de objetos y capacidad de respuesta en las que el conductor ya no es el protagonista. El ejemplo del nivel 3 sería el Audi A8 y del 4 existen modelos en pruebas, como el Waymo One de Google. De este último nivel, se prevé que las ventas en Europa y China sean del 15% para el 2035, mientras que en Estados Unidos no se espera el mismo avance, ante un cierto reparo por el miedo a un aumento de la siniestralidad por culpa de la conducción autónoma.
En lo que se refiere al nivel cinco, según CarFax no hay ningún vehículo a la venta pero desde BMW se hicieron grandes promesas al respecto del i3. Por otro lado, lo que sí va a seguir implementándose más pronto que tarde es el vehículo conectado.
Se espera que en 2025 el parque de vehículos totalmente conectado supere el 50% en la Unión Europea, mientras que ese nivel se alcanzará en 2023 en EE.UU. y en China, en 2029. Este crecimiento desigual está relacionado no solo con el avance de la tecnología, sino también con el de la regulación de la normativa para cubrir todos los supuestos legales de los usos de estas innovaciones.