Si viajas con coche eléctrico, calcula que el frío también afecta a su batería
Las olas de frío y las bajas temperaturas afectan a todos los vehículos, de una u otra manera. Uno de los elementos mecánicos más sensibles al invierno son las baterías, tanto de los coches con motor de combustible como de los vehículos electrificados. Aunque las consecuencias en cada modelo varíen, hay que prestar especial atención igualmente durante los viajes de invierno.
En el caso de los coches eléctricos, el frío afecta directamente a la autonomía de la batería, razón por la que se convierte en un factor que puede interferir directamente en la duración de los trayectos y que obligará a programar el recorrido dependiendo de la duración para encontrar un punto de recarga en el camino.
Pero una de las causas que provoca esta disminución del alcance de la batería no son las bajas temperaturas en sí, sino el uso (o abuso) del climatizador del coche. En los vehículos eléctricos, activar la calefacción es un gasto más para la pila, por lo que invierno es normal que el número de kilómetros recorridos por carga sea menor.
Otro motivo, esta vez sí directo, por el que la batería dura menos en condiciones invernales es que se gasta energía en mantener el habitáculo de la pila a una temperatura óptima para que esta funcione correctamente. Pese a estas circunstancias, viajar durante el invierno con un coche eléctrico es perfectamente viable, simplemente requerirá de un poco más de planificación.
En el caso de tener que cubrir trayectos largos durante estos días de frío con un vehículo eléctrico, hay tres grandes consejos que ayudarán a que el viaje sea más seguro y más cómodo: