Pese a las reticencias que pesan a la hora de comprar un vehículo electrificado, el salto a la movilidad eléctrica es un paso sin marcha atrás. Así lo demuestra un estudio de la empresa JD Power, de análisis de datos e información. Según los resultados, un 85% de los propietarios de un vehículo 100% eléctrico volverían a adquirir un coche igual sin dudarlo.
En una escala de satisfacción sobre 1.000, el 92% de los conductores de un eléctrico puro (EV por sus siglas en inglés) afirman están satisfechos hasta un 900 teniendo en cuenta factores como el rango de batería, la disponibilidad de estaciones de carga públicas, los costes de mantenimiento, el disfrute al volante y la calidad del propio coche. Entre los conductores cuya satisfacción se quedó entre un 600 y un 750, más del 77% señaló que «definitivamente» volverían a comprar otro EV.
De todos los encuestados entre los que se encuentran a partes iguales propietarios de marcas de alta gama y de marcas más asequibles, un 64% afirmaría que si tuviera que adquirir un nuevo vehículo compraría un modelo de la misma marca que el actual. Entre los conductores menos satisfechos, la marca ha sido el problema y no repetirían. Algunas de las marcas mejor valoradas en este estudio han sido Tesla, Kia, Chevrolet y Hyundai con diferentes modelos como los Model S y 3, el Niro, el Bolt y el Kona.
Según este estudio, los cuatro puntos clave que determinan la compra y, posteriormente, el éxito de la misma en lo que se refiere a los eléctricos son: la capacidad de la batería y la autonomía en conducción, la disponibilidad de cargadores públicos o semipúblicos, la sencillez para cargar el vehículo en casa y, finalmente, la posibilidad de ver de manera realista el ahorro de combustible y de mantenimiento que permiten este tipo de vehículos.