Los traumatismos craneoencefálicos son una de las consecuencias más comunes en un accidente con patinete eléctrico
Los patinetes eléctricos han sido, durante los últimos meses, foco de la atención de los diferentes actores y autoridades reguladoras del tráfico. Tras irrumpir de una manera arrasadora en la circulación urbana, el desarrollo de una normativa que regule su uso y que, al mismo tiempo, proteja a sus usuarios por ser más vulnerables entre el tráfico rodado, se ha hecho más necesaria que nunca.
En enero de este mismo año entraron en vigor una serie de normas que modificaban el uso de los patinetes para prohibir su circulación por las aceras e impedir que sobrepasen los 25 kilómetros por hora. Pero en la actualidad, se están llevando a cabo pruebas y crash test, como en el caso de los automóviles, e incluso con ese límite de velocidad los resultados en caso de accidente de tráfico pueden ser trágicos.
La colaboración de CESVIMAP y la Fundación Mapfre para desarrollar estas pruebas con dummies se ha centrado en estudiar tanto los casos en los que el patinete arrolla a un peatón como aquellos siniestros en los que el VMP es golpeado por un vehículo a motor.
En el primer caso, las lesiones más graves se localizan en la zona de la cabeza y los peatones menores son los que se llevan la peor parte, sufriendo heridas en rodillas, tórax y cabeza al golpearse con la columna del patín y luego con el suelo. Los conductores del patinete sufrirán lesiones generales al aterrizar sobre el cuerpo del peatón.
En el segundo supuesto, tanto en una colisión lateral como frontal, los traumatismos craneoencefálicos son las lesiones más habituales y graves, pudiendo sufrir igualmente un latigazo cervical tras el choque. Los resultados de estas pruebas concluyen que es necesario, aunque no sea obligatorio, utilizar siempre un casco protector. Se estima, además, que un tercio de estas heridas necesiten ingreso hospitalario en las áreas de cuidados intensivos.
Según los datos del Informe, los siniestros protagonizados por patinetes eléctricos y VMP han aumentado conforme lo ha hecho el uso de estos vehículos. La mayoría de de los accidentes ocurren principalmente en las ciudades (98%), en concreto en los carriles para vehículos (66%). Las causas más habituales son las colisiones (60%),los atropellos (20%) y las caídas (19%).
El resto de protagonistas son, en un 66% de los casos, coches y en un 11%, peatones. Los factores que más influyen en un accidente mortal son conducir sin casco (40%), las imprudencias cometidas por otros vehículos (20%) y circular por vías interurbanas (20%).