Probamos el nuevo e-tron GT, el deportivo de Audi que viene enchufado
Los coches electrificados han venido para quedarse. De eso ya no nos cabe ninguna duda. Y los de corte deportivo, o hiperdeportivo como es el de este e-tron GT, empiezan su particular goteo para tratar de empapar, o convencer, a un usuario muy especial que no se conforma con cualquier cosa.
Pues que no se echen las manos a la cabeza. La propuesta de la marca de los cuatro aros es tan ambiciosa como poderosa para que cualquiera que se decida por este deportivo no eche en falta de nada.
Con una silueta de berlina del tipo coupé y una longitud que roza los 5 metros de longitud, que se podría corresponder en ambos casos con la de un A7 Sportback, el e-tron GT se ofrece con dos variantes. La “básica” ofrece una potencia de 476 CV y la denominada RS alcanza los 598 CV, cifras que ya nos dan una idea de lo que tenemos entre las manos. Destacar que en el modo “boost” pueden llegar a 530 y 646 CV respectivamente durante un máximo de 2,5 segundos.
El punto de partida son dos motores eléctricos, uno en cada eje, con unas baterías de iones de litio con una capacidad de 93 kWh y unas autonomías de 487 y 472 kilómetros homologadas para cada uno de ellos.
Las aceleraciones, por su parte, son esclarecedoras de su gran potencial. Si hablamos del RS, este puede pasar de 0 a 100 km/h en 3,3 segundos, mientras que el e-tron GT lo hace en 4,1.
Objeto de una elaborada puesta a punto, estos modelos utilizan la plataforma PPE del Grupo Volkswagen, la misma que se puede ver en el Porsche Taycan, y la disposición de las baterías bajo el suelo del habitáculo contribuyen a un excelente reparto de pesos y un centro de gravedad muy bajo que es lo ideal en un deportivo.
La suspensión es del tipo neumática, adaptativa en el RS, con tracción a las cuatro ruedas que también son directrices para presentar un pliego de condiciones que prime siempre la eficacia en el paso por curva como hemos podido comprobar en nuestra primera toma de contacto.
Ni siquiera las casi 2,4 toneladas de peso constituyen un hándicap para volar a ras del suelo gracias a una puesta en escena muy equilibrada. Además del silencio de marcha que se respira en el habitáculo, pero que se puede alterar con unos programas de sonido artificiales a través de unos altavoces camuflados en el exterior del coche, el e-tron GT ofrece un dinamismo espectacular con unas aceleraciones que nos dejan literalmente pegados al asiento. Su forma de ganar segundos al crono y la autoridad con la que lo hace es algo que no se olvida fácilmente.
En materia de frenos, el e-tron GT tampoco repara en gastos. Disponemos de un equipo de acero en origen y el RS hace acopio de unos más prestacionales, en carburo de tugsteno, que se pueden sustituir por otros carbocerámicos.
El tacto en todos ellos se nos antoja algo particular en principio como suele ocurrir con los modelos electrificados que aprovechan mucho la frenada para la regeneración de las baterías. Todo es cuestión de acostumbrase y saber sacar provecho de los mismos para descubrir nuevas e impactantes sensaciones a la hora de abordar las curvas. A la hora de cargar las baterías, el deportivo alemán es capaz de lograr un 80% en solo 20 minutos usando, claro está, un poste de carga rápida gracias a su tecnología de 800 voltios.
Como cabría esperar, la calidad de realización y las dotaciones de accesorios están a la altura de las circunstancias. El ambiente es Audi cien por cien y presenta una gran pantalla multifunción MMI Touch de 10,1 pulgadas desde la que se puede manejar todo. Destacar en este sentido que el e-tron GT integra para esta solución un nuevo software más rápido e intuitivo que en otros modelos de la casa.
Sentados en el puesto de conducción, la posición nos hace recordar a la del biplaza R8 de la marca, por tanto con unos parámetros bastante deportivos para encontrar en todo momento el mejor acomodo. Las plazas traseras, aunque con espacio para tres ocupantes, son más recomendables para acoger a dos que a tres. En el caso del maletero, disponemos de 405 litros en la zona trasera más otros 85 adicionales bajo el capó delantero.
Con unos precios de 104.920 euros, el e-tron GT, y de 143.420 euros el RS e-tron GT, no hay duda que estamos ante dos fuera de serie prácticamente por todo. Su condición de electrificados para nada les hace perder los atributos de dinamismo esperados que en muchos casos, sobre todo a la hora de acelerar, son incluso superiores. La única pega ahora mismo, y especialmente en España, es la deficiente red de postes de recarga que pueden suponer un freno a la hora de decantarnos por este tipo de coches. Solo eso.