Audi A1 Sportback 30 TFSI: imagen deportiva, corazón eficiente
El segmento de los coches utilitarios está plagado de alternativas, y por tanto la decisión de compra prácticamente depende del presupuesto. Si este es elevado, se puede optar por un modelo equipado al completo o uno de categoría premium, que no son muchos, puesto que la cosa está prácticamente entre el Mini y el Audi A1 que hoy probamos.
¿Qué tienen estos coches frente a otras opciones? En el caso del A1, y como es habitual en los Audi, un nivel de refinamiento y calidad que se ve en todos los detalles. Como está dirigido principalmente a un público juvenil, este utilitario de poco más de 4 metros y cinco puertas tiene una estética deportiva que, con el acabado S line de la unidad de pruebas, se percibe aún más: paragolpes con grandes tomas de aire, estriberas del color de la carrocería, llantas grandes (17 pulgadas), cristales traseros oscurecidos, alerón y difusor trasero… todo contribuye a marcar su dinamismo.
Por dentro destacan los asientos deportivos y el volante recortado en su parte inferior, ambos con el emblema “S line” como sello distintivo. El salpicadero, por su parte, tiene incrustada una pantalla para el sistema multimedia (en este caso de 10,1 pulgadas), que está orientada hacia el conductor, lo que facilita su consulta, y el cuadro de instrumentos digital multiconfigurable ofrece mucha información.
Estamos ante un coche de pequeño tamaño, pero el espacio disponible no es demasiado exiguo detrás, con espacio suficiente en anchura y para las piernas (siempre que el conductor no lleve el asiento muy retrasado). Además, dispone de un maletero de 335 litros, uno de los más grandes de la categoría.
El motor de tres cilindros gasolina de esta versión 30 TFSI tiene un litro de cubicaje y una potencia de 110 caballos, sobre el papel una opción muy equilibrada, sobre todo en términos de consumo. No es un propulsor que aporte grandes prestaciones, pero jugando con el cambio manual de 6 velocidades y manteniéndolo entre 3.000 y 6.000 revoluciones, obtenemos lo mejor de él en cuanto a empuje, y nos lo podemos permitir porque no es un coche de elevado consumo.
De hecho, el gasto medio homologado de 5,5 litros a los 100 km, y nosotros registramos una media de 6,1 litros durante nuestra prueba combinando ciudad y carretera casi al 50%. A ritmos tranquilos, sí es fácil mantener cifras muy bajas, y exigiendo un al motor nunca pasamos de los 8 litros, si bien fue algo que hicimos puntualmente.
Estos buenos datos de consumo se unen a un chasis fantásticamente puesto a punto, que hace que el A1 se sujete bien al asfalto y ofrezca mucha seguridad, con el añadido de un tamaño y peso reducidos que hacen muy entretenida la conducción, pero creemos que un motor de superior potencia, como el de 150 caballos de la versión 35 TFSI, sería más adecuado para la deportividad de esta versión.
El Audi A1 30 TFSI tiene un precio de partida de 23.440, pero la versión S line probada se eleva hasta los 26.240 euros, principalmente por las características que potencian su deportividad.
Ese es el precio base, y el equipamiento contempla elementos como el cuadro de instrumentos digital, climatizador manual, sistema multimedia, control por voz, limitador de velocidad, luces LED diurnas o aviso de salida de carril, pero si queremos mejorarlo con un sistema multimedia más avanzado con navegador hay que pagar 1.290 euros más. Sucede lo mismo si optamos por las llantas de 18 pulgadas (1.550 euros), los faros Full-LED (1.270 euros) o el volante deportivo (280 euros) de la unidad de pruebas, de modo que hay que tener un buen presupuesto para afrontar la compra de este A1 que desde luego es de lo más resultón.
Motor: gasolina.
Potencia (kW/CV): 81/110.
Cambio: manual, de 6 velocidades.
Largo (mm): 4.029.
Ancho (mm): 1.740.
Alto (mm): 1.433.
Maletero (litros): 335.
Velocidad máxima (km/h): 203.
De 0 a 100 km/h (seg.): 10,5.
Consumo medio (l/100 km): 5,5.
Emisiones CO2 (gr/km): 125.
Precio (euros): 26.240 euros.