¿Cómo afecta el frío a mi coche?
Pese a que el frío parece que, hasta ahora, había dado una tregua general, las temperaturas van disminuyendo poco a poco a medida que se acerca el invierno. Las consecuencias de esta estación del año pueden llegar a afectar a más aspectos de la vida cotidiana de los que nos podemos imaginar, como es el caso de los automóviles.
La mecánica de los coches puede sufrir los efectos de las bajas temperaturas al igual que los del calor. Según el comparador online Acierto.com, las posibilidades de que los sistemas eléctricos de un vehículo fallen aumentan un 27% con el frío, por ejemplo. También pueden pasar factura en los sistemas de arranque. Algunas de las piezas que pueden sufrir las consecuencias del frío son:
Además, hay otra serie de componentes que pueden congelarse con el frío, como los bombines y cerraduras, aunque es más infrecuente ya que las temperaturas deberías bajas hasta los menos 10 grados. Por el combustible y el líquido de frenos no hay que preocuparse, ya que se mantienen intactos hasta temperaturas por debajo de los -80 grados.
Por otro lado, también son frecuentes las averías en el sistema de climatización ya que, al entrar en el coche, la temperatura exterior e interior son prácticamente la misma, lo que obliga a encender al máxima la calefacción provocando que el sistema pueda sobrecargarse (además de que el gasto en combustible se dispare).