¿Cómo funcionan los radares móviles? ¿Su ubicación está señalizada?
La Dirección General de Tráfico ya dispone de un verdadero arsenal de radares y drones, de muy distintos tipos, para vigilar y controlar que todos los conductores que salen a diario a las carreteras respetan los límites de velocidad y las normas más básicas de seguridad vial.
Pese a que todos los años se anuncian campañas de vigilancia y operativos especiales a este respecto, el número de accidentes de tráfico nunca se mantiene a cero y las multas por exceso de velocidad siguen siendo algunas de las más recurrentes entre los conductores.
De entre todos los tipos de cinemómetros que despliega la DGT, entre los que podemos encontrar fijos, de tramo, el conocido helicóptero Pegasus… quizás los más imprevisibles sean los móviles, ya que cuentan con el factor sorpresa.
Los radares móviles son aquellos que van colocados en un coche de los agentes de tráfico, sean oficiales o estén camuflados, y funcionan independientemente de que el vehículo esté o no circulando.
La ubicación de los radares móviles se publica en las listas de cinemómetros de la DGT, en la que también se señala los sentidos que cubre (que suelen ser los dos). Más allá de está lista, la localización de los radares móviles no tiene por qué estar señalizada en la carretera. Según el Real Decreto 596/1999, solo se debe avisar de las cámaras que están constantemente grabando el tráfico.
Siendo que los radares móviles suelen ser de tipo veloláser y solo saltan cuando el vehículo excede la velocidad máxima que están calibrados para detectar, no es necesario que estén acompañados de ningún señal mientras funcionan.
Pese a que no estén señalizados, es cierto que hay ciertos indicios que dan pie a averiguar en qué lugar hay un coche de la Guardia Civil con un radar controlando la velocidad. Cabe recordar, antes de nada, que los inhibidores y los detectores están prohibidos por ley.
El primer indicio es la localización: los coches con radar móvil suelen colocarse en cunetas o arcenes o entre ambos sentidos de la marcha si es seguro detenerse. También en incorporaciones o tras los quitamiedos.
Por otro lado, aunque hay que tener el ojo rápido para fijarse, los coches con radar dispondrán de dos antenas en vez de solamente una. Una de ellas será para la radio y otra para que los agentes puedan comunicarse.
La última pista para saber si dentro de un vehículo hay un cinemómetro es el interior: a través de la luneta trasera (si no está polarizada) se puede observar si hay alguna anomalía sobre el salpicadero que haga pensar que el coche no es un modelo convencional.