Consejos esenciales para conducir en condiciones extremas
«Amigo conductor” es una copla de finales de los años 60 del siglo pasado cuya letra alertaba a quien se ponía al volante de los potenciales peligros del camino. Eran otros tiempos, otras carreteras y otros coches, pero nos quedamos con la parte esencial del estribillo: “Precaución, amigo conductor”. Esta es la premisa principal siempre, y más ahora que estamos en pleno temporal de frío, nieve y hielo, de modo que aquí van algunos consejos básicos y esenciales para viajar seguros.
Tener precaución no es lo mismo que tener miedo. Si nos pone nerviosos o tensos conducir en condiciones de nieve o hielo, lo primero que hemos de intentar es reprogramar el viaje a otras fechas, pero si no hay más remedio que viajar, tenemos que estar tranquilos a la hora de ponernos al volante. Los nervios no ayudan. También es importante haber dormido lo necesario la noche anterior, para estar descansados.
Antes de acometer el viaje, es conveniente que el coche esté revisado, llevar el depósito lleno de combustible y que los neumáticos estén en buen estado. Es fundamental llevar cadenas para las ruedas, y sobre todo saber cómo se montan.
No es una obligación, ni mucho menos, pero si tenemos que transitar habitualmente por carreteras con nieve o hielo es altamente recomendable comprar unos neumáticos de invierno, que tienen un diseño y material específicos para adaptarse a las condiciones más difíciles con muy buen rendimiento.
No es bueno, y puede ser hasta peligroso, conducir demasiado abrigado o con ropa larga que se pueda enganchar o limitar nuestros movimientos. Si hay que “gastar” unos minutos en calentar el habitáculo, se hace, y después nos ponemos cómodos para conducir. Ahora hay mucha ropa térmica y ligera que abriga, y es conveniente vestir “por capas” para quitarnos o ponernos prendas según estemos más cómodos.
Más allá de tener o no un dispositivo móvil de última generación, lo importante es que estemos bien comunicados, de modo que es recomendable tener el teléfono cargado antes de desplazarnos, y si hay un cable cargador, también llevarlo, por si hay que recargar en el propio coche o en algún área de servicio en el camino.
Los medios de comunicación, la Agencia Estatal de Meteorología y la Dirección General de Tráfico ofrecen herramientas para conocer muchos detalles sobre nuestro trayecto. Antes de partir, y nunca en marcha, conviene conocer la última hora sobre las circunstancias que pueden afectar a nuestro itinerario. Si contamos con coches de última generación con sistemas multimedia con información sobre el tráfico, configurarlos antes de salir. Todo lo dicho puede evitar que quedemos “atrapados” en una carretera por algún incidente y también encontrar rutas alternativas.
Decíamos antes que no hay que tener miedo, pero sí prestar la máxima atención a la carretera. Es necesario estar concentrados, adecuar la velocidad a las condiciones del piso, ampliar la distancia de seguridad respecto a los vehículos que nos preceden y evitar volantazos y frenazos bruscos, sobre todo en zonas de sombra, donde puede haber placas de hielo.