Contemplamos el nuevo Citroën C4 en su “cuna” madrileña
En 20minutos hemos tenido oportunidad de conocer de forma física y no virtual el nuevo compacto de Citroën, el C4, que ha cambiado mucho su fisonomía respecto a la última generación, en los últimos años representada por el Citroën C4 Cactus.
Como este hasta su desaparición, el C4 se fabrica en la planta del Grupo PSA en Villaverde para todo el mundo, y es allí, en su propia “casa”, donde no solo hemos podido verlo, sino conocer cómo se fabrica.
Para la producción del nuevo C4 se ha habilitado una planta de 80.000 metros cuadrados. Allí se fabrica el coche al completo, excepto algunas piezas que llegan de Zaragoza. El proceso comprende la parte logística, chapa, pintura, montaje y calidad, y además de varios centenares de robots, el equipo está compuesto por 965 personas, un 23% de ellas mujeres. Actualmente, por la demanda, solo hay un turno, pero podría llegar a haber tres y producir hasta 30 coches a la hora. En todos los casos, la calidad del producto es la premisa principal, y cualquier defecto se estudia y corrige dedicándole el tiempo necesario.
Un factor importante del proceso de fabricación del Citroën C4 es la utilización de la plataforma CMP (Common Modular Platform), que al ser igual para las versiones térmicas y la eléctrica simplifica mucho la producción.
El código del proyecto es C41, y empezó con cierto retraso respecto a lo previsto a causa del Covid-19, pero gracias al esfuerzo de todo el equipo humano de la fábrica se ha recuperado tiempo y las primeras unidades ya están listas para responder a la demanda mundial. En España empezará comercializarse el 21 de diciembre, pero ya se admiten pedidos y reservas vía web. De hecho, hay una promoción para adquirirlo por 195 euros al mes, pero el precio de partida es de 20.800 euros, 32.400 en el caso de la versión eléctrica ë-C4.
El nuevo Citroën C4 es un coche compacto de 4,36 metros, de aspecto robusto gracias a la imagen tipo SUV que se le ha dado. De hecho, encaja más en el segmento de los crossover, ya que su línea de coupé le dota de la deportividad característica de este tipo de vehículos.
Sus ruedas de 18 pulgadas también hacen que el coche sea más alto que los compactos convencionales, mientras que del diseño frontal destaca la parrilla en “X” y las ópticas. En la solución del perfil, sobre todo en la parte posterior, se ha querido hacer un guiño al clásico GS y al más moderno C4 Coupé, ambos modelos que supusieron una ruptura con lo conocido hasta ese momento. En la zaga son de nuevo las ópticas y el alerón bajo las que imprimen el carácter al compacto francés.
En el interior se percibe un diseño cuidado y ergonómico, con una calidad notable y la presencia de una pantalla multimedia de 10 pulgadas que es de serie desde las versiones básicas. También hay bastante espacio atrás para las piernas (198 cm a la altura de las rodillas) y para la cabeza en altura, a pesar de la curvatura del techo.
Como en los últimos lanzamientos de Citroën, el C4 destaca por sus elevadas posibilidades de personalización. Hay 31 combinaciones, con siete opciones para la carrocería, cinco packs de color para los detalles y cinco ambientes interiores (aunque no son todos combinables).
La gama tendrá motores de gasolina de 100 a 155 caballos, diésel de 110 a 130 y uno eléctrico de 100 kW, el equivalente a 136 caballos, aunque no estarán todos disponibles en el inicio.
En cuanto a dinámica, el C4 cuenta con la última evolución de la suspensión con amortiguadores hidráulicos progresivos, uno de los grandes ejes del programa Citroën Advanced Comfort en combinación con los asientos –que sin conducirlo ya hemos comprobado que son cómodos–, con el amplio espacio interior y por supuesto con la conectividad y la seguridad, ya que puede equipar hasta 20 sistemas de ayuda a la conducción. Ya solo nos queda probarlo y ofreceros nuestras primeras impresiones.