Cuando la carretera se puede convertir en una verdadera trampa para los motoristas
Una carretera en mal estado es una tortura para cualquier conductor y para cualquier vehículo, ya que independientemente de tener dos, tres o cuatro ruedas, la mecánica y la suspensión sufren los baches y las irregularidades del terreno. Pero es cierto que hay colectivos más sensibles a este tipo de carreteras, como los motoristas.
Y es que ellos son más propensos a sufrir caídas y accidentes cuando hay baches o agujeros en la calzada. Aparte de la molestia de una conducción irregular o incómoda, su seguridad se ve realmente afectada cuando en la trazada se encuentran lo que han denominado ‘trampas’.
Según un estudio realizado por Midas, en colaboración con la DGT y la Fundación Pons, el año pasado un 75% de los usuarios de motocicleta y ciclomotor echó la culpa al estado de las carreteras de la mayoría de los accidentes que se sufren encima de las dos ruedas.
Los principales elementos que destaca este informe no son solamente los baches, sino también las líneas blancas pintadas en el asfalto, que son altamente resbaladizas, sobre todo, cuando llueve y que incluso a velocidades bajas provocan caídas. Las tapas del alcantarillado también propician accidentes y sustos que, si bien puede quedar en nada, comprometen seriamente la seguridad de los motoristas.
Así mismo, este tipo de conductores ha afirmado en el mismo estudio que se sienten poco respetados por los usuarios de automóviles y furgonetas. El 65% dice que su sensación de inseguridad sobre la moto se debe a esa actitud irrespetuosa y que la perciben más en el entorno urbano que en carretera.
Pero no toda la culpa es de la actitud de los demás conductores, ya que el 70% está de acuerdo en que los ángulos muertos les impiden ser visibles para los que conducen un coche y que eso provoca un alto riesgo de accidentes.