Descubre por qué el Volkswagen Golf sigue teniendo madera de líder
“Como un Golf no es un Golf”. Con este claim o “frase publicitaria” se daba a conocer la octava generación del Golf hace unos meses. Y es que la campaña no puede ser más acertada, en tanto en cuanto muchos fabricantes se han esforzado en conseguir todo lo que tiene el compacto de Volkswagen y, aunque algunos se han acercado, no han logrado alcanzar o superar el nivel.
Quizá tenga que ver con lo que es el Golf en conjunto, ya que no destaca en ningún apartado, sino que tiene un nivel muy alto en todos. Para empezar, la imagen. Aunque es un modelo totalmente nuevo, la figura es sobradamente reconocible, y en la marca no quieren arriesgar rompiendo la fórmula del éxito con tanto cliente fiel.
Así, el nuevo Golf no llega a “sorprender” en el plano estético, porque tampoco lo pretende, y su silueta entra por los ojos sin esfuerzo, a pesar de una figura un poco más redondeada, fruto del trabajo aerodinámico, y las nuevas ópticas delante y detrás, que ahora son más alargadas.
Por dentro la cosa cambia, y mucho. No tanto por revolucionar un interior que ya de por sí estaba bien ejecutado, sino porque las pantallas digitales de serie lo condicionan todo. Efectivamente, el cuadro digital (Digital Cockpit) y el sistema de información y multimedia con pantalla táctil de 10 pulgadas permiten “limpiar” de mandos y botones casi toda la zona del salpicadero y de la consola central. Solo quedan unos poco mandos “físicos”, aunque también son paneles táctiles, para las luces a la izquierda, y para el climatizador y algunas funciones directas (menú Climatronic, Park Assist o los modos de conducción) en el centro. Hay que acostumbrarse a su uso, ya que son muy sensibles al tacto.
Como siempre sucede cuando te subes a un Golf, el puesto de conducción es soberbio, con una posición baja y muy confortable. No cuesta nada hacerse a él. Sí que lleva su tiempo, sin conocerlo, descubrir las múltiples opciones de configuración de los sistemas digitales, pero en resumen se puede decir que todo responde de una forma muy intuitiva, y a poco que uno esté acostumbrado a los smartphones actuales se coge rápido el hilo. Desde luego, y es lo importante, todo se ve bien, incluso en días con mucha luz como los actuales de verano.
El resto del habitáculo no decepciona, buenos acabados y amplio espacio, con tres plazas traseras y un maletero con un volumen de 380 litros, adecuado a las proporciones del coche.
El motor de la unidad de prueba era una de las grandes novedades de la octava generación del Golf, concretamente el 1.5 eTSI de 150 CV, o lo que es lo mismo, la variante con sistema de hibridación ligera de 48V. Este tipo de mecánicas, que se clasifican entre los vehículos “Eco” de la DGT, no llegan a funcionar solo en modo eléctrico, sino que el sistema ayuda al motor de combustión en ciertos momentos, como en el arranque o al acelerar, para mejorar las prestaciones y reducir el consumo.
Lo cierto es que el motor nos ha gustado mucho. La gama contempla versiones con 110 y 130 caballos (el menos potente aún no disponible), pero desde luego la de 150 CV tiene una respuesta deportiva que convence, y más con lo reducido del consumo. Volkswagen ha homologado un gasto medio de 5,7 litros a los 100 km, y nosotros durante la prueba, exigiendo al motor puntualmente, registramos 6,6 litros de media, y eso que hicimos un uso prolongado en zonas urbanas. En el bajo consumo influye la desconexión automática de dos de los cuatro cilindros cuando no es necesario su funcionamiento, algo que se produce de forma imperceptible, y el aprovechamiento de las inercias con la “colaboración” del sistema eléctrico.
Otro elemento muy destacable de este Golf es el cambio automático DSG de serie. Con 7 velocidades, su funcionamiento es rápido y muy preciso, una delicia ya sea dejándolo actuar por sí solo o manejándolo de forma manual a través de las pequeñas levas en el volante.
Y qué decir de la suspensión. Rodar en un Golf te lleva de disfrutar del máximo confort en carreteras abiertas y autopistas a sentir un agarre y estabilidad muy elevado en zonas más viradas. En esto, como en la respuesta del motor y el cambio, también influyen los modos de conducción disponibles con esta versión: Comfort, Eco, Sport e Individual.
En cuanto al equipamiento, nuestra unidad First Edition tenía un paquete específico de elementos, pero la gama de los eTSI se irá estructurando poco a poco en torno a las líneas Life, Style y R-Line. La primera de ellas tiene un precio de partida de 31.835 euros e incluye faros LED, llantas de aleación de 16 pulgadas, climatizador de tres zonas, Park Pilot, luz ambiental en varios colores, asistente de mantenimiento de carril y control de crucero adaptativo, entre otros elementos que desde luego hacen muy interesante a este nuevo y muy recomendable Golf.