DFSK 580 GLP: el SUV que llega de China y lo tiene todo
DFSK es una marca bastante desconocida en España, pero se creó en 2003 y pertenece a un gran grupo automovilístico chino, Dongfeng Motor Corporation, que lleva más de 50 años de actividad. Además, tiene vínculos con empresas automotrices de ámbito mundial, ya que es accionista del grupo Stellantis y además es productor exclusivo de Nissan, Honda y Kia para el mercado chino.
La mayor parte de la gama de productos DFSK son vehículos comerciales y camiones ligeros, pero también oferta coches tipo SUV como el F5 o el 580 que hemos tenido ocasión de probar, y acaba de incorporar el Seres 3, el primer SUV eléctrico que llega de China a nuestro mercado. La marca tiene 32 puntos de venta en España, y la distribuidora es el Grupo Invicta.
Pero vamos con el modelo que nos ocupa. El 580 es un SUV clásico de casi 4,7 metros de longitud. Su diseño es robusto, sin grandes estridencias, que entra muy bien por los ojos. Salvando las distancias, recuerda a un Mercedes GLC de primera generación, y de hecho prácticamente coincide con él en longitud, aunque el DFSK es más alto. En el frontal destaca, como no podía ser de otra manera, el logotipo circular que representa a la marca asiática y que se incrusta en una parrilla de barras horizontales.
Como es lógico, su tamaño y los 2,78 m de distancia entre ejes tienen respuesta por dentro, ya que el habitáculo es amplio y permite una configuración de hasta 7 plazas. El acceso a la tercera fila es más sencillo de lo que parece, no requiere mucha “contorsión”, pero sí que hay que tener cierta fuerza para desplazar el asiento central. Las dos plazas traseras son algo más pequeñas, como suele ser en estos casos, pero hay suficiente espacio para las piernas para alguien de estatura media, y la posición no es incómoda.
Con los asientos de la tercera fila plegados, algo que se consigue con facilidad, la capacidad de carga del maletero es de unos 760 litros, con una superficie libre de un metro de profundidad. Y si estamos de mudanza, con solo dos plazas el volumen llega hasta los 2.215 litros, que es bastante.
Vemos, por tanto, que el DFSK ofrece mucho espacio, y ahora veremos cómo lo hace, que es parte de su valor por su competitivo precio, que analizaremos más adelante.
En la versión Intelligent probada, que es diferente a la básica Luxury, el ambiente y los acabados están elegantemente resueltos, si bien es cierto que las tendencias actuales hace que nos parezcan un poco anticuadas. En cualquier caso, desprende cierto lujo, con elementos en piel y símil madera que quedan francamente bien. Cuenta con un sistema multimedia con pantalla de 9 pulgadas muy horizontal que se puede manejar de forma táctil o mediante unos mandos en la consola central. No ofrece complicación alguna, aunque en ocasiones ha sido un poco lento en la respuesta. También tiene mandos “físicos” para el climatizador y para acceder de forma directa a la activación de la cámara de vídeo y al navegador, por ejemplo.
Los asientos no son muy voluminosos y tienen cierto aire deportivo. Son confortables, como también lo es la postura de conducción. El cuadro de mandos es analógico, pero tiene una pequeña pantalla central con información adicional.
El motor es un cuatro cilindros turbo de 1,5 litros y 146 caballos de potencia, que en este caso está adaptado para funcionar con gasoina o Gas Licuado de Petróleo (GLP) –lo cual tiene un sobreprecio de 1.850 euros respecto a la variante convencional–. Esto hace el DFSK 580 pueda portar la etiqueta “Eco” y disfrutar de sus ventajas en materia de fiscalidad, movilidad y aparcamiento en los grandes núcleos urbanos. El cambio, por su parte, es de variador continuo y la tracción es simple, a las ruedas delanteras.
Hay un botón en la parte central, delante de la palanca del cambio, para activar el GLP, aunque el arranque se produce siempre en gasolina hasta que el motor toma temperatura, momento en el que automáticamente pasa a gas. La transición no se percibe y tampoco varía el funcionamiento. La otra diferencia que aporta el uso de GLP, que obliga al coche a llevar un doble depósito, es la utilización de un adaptador para la carga de combustible. Con ambos depósitos, la autonomía puede llegar a superar con facilidad los 900 kilómetros, una cifra interesante desde todo punto de vista.
El DFSK es un coche hecho para rodar, algo que hace con el máximo confort en autopistas y autovías. La suspensión es blanda y apenas se perciben las irregularidades del asfalto. En zonas sinuosas se echa de menos mayor dureza, y también es perceptible el balanceo de la carrocería por la altura y el peso del conjunto –1.510 kg sin contar carga y pasajeros–, pero a las velocidades adecuadas no plantea el menor problema.
La respuesta del motor no es explosiva ni tampoco lo pretende. Es un poco lento en la arrancada, lo que se nota más al circular en ciudad, pero en carretera no se echa en falta potencia y la posición “S” del cambio permite llevar un ritmo más vivo.
En el apartado del consumo, con GLP hemos rodado la mayor parte del tiempo y el gasto medio de combustible durante la prueba ha sido de 10,4 litros –penaliza mucho la conducción urbana en este apartado–, mientras que con gasolina estuvo en torno a los 9 litros. En cualquier caso, con el precio del GLP a 0,72 euros el litro y los 45 disponibles (el depósito es de 60, pero hay que dejar un 20% libre por seguridad), ya se puede conseguir al menos 400 km de autonomía de forma bastante asequible, y aún queda el de gasolina.
El precio del DSFK 580 parte de los 21.995 euros (con descuento por financiación), que para un SUV de 7 plazas ya es ultracompetitivo. El de la unidad probada, Intelligent con GLP, la cifra se alza hasta los 25.845, que sigue siendo aquilatado, sobre todo en relación al enorme equipamiento.
Además de las 7 plazas, lo acabados de calidad y las ventajas del GLP, este modelo ofrece de serie faros LED, llantas de 17 pulgadas, intermitentes dinámicos, techo panorámico practicable, tapicería de piel, sistema multimedia con pantalla de 9 pulgadas con navegador, conectividad Bluetooth, puertos USB, cámara de 360º, grabación de vídeo, y acceso y arranque sin llave, entre otros muchos elementos que desde luego lo posicionan como una muy interesante opción de compra.
Por establecer una referencia comparativa, un Mitsubishi Outlander con motor gasolina de 150 CV, sin GLP (que es un gran ahorro a la larga) y un equipamiento menor, cuesta 24.900 con su actual campaña promocional. Los precios “brutos” de ambos modelos son de 28.345 euros en el caso del DSFK y de 31.400 en el del Mitsubishi.
Motor: gasolina o GLP.
Potencia (kW/CV): 107/146.
Cambio: Automático.
Largo (mm): 4.680.
Ancho (mm): 1.845.
Alto (mm): 1.715.
Maletero (litros): 375 a 2.215.
Velocidad máxima (km/h): 190.
De 0 a 100 km/h (seg.): 11,4.
Consumo medio (l/100 km): 9,8.
Emisiones CO2 (gr/km): 222.
Precio (euros): 25.845 (con financiación).