El Audi Q2 se renueva y estas son todas sus mejoras
Llevar los cuatro aros en la parrilla es ya sinónimo de calidad y de gusto por lo bien hecho. Da igual el tamaño o la potencia y este pequeño SUV, lanzado en 2016, no escapa a ofrecer una calidad y un tacto de conducción, amén de unos completos y tecnológicos equipamientos, que están por encima de la media de su categoría.
Ahora la marca de Ingolstad refuerza sus argumentos con un “restyling” que le deberá mantener lo suficientemente fresco hasta que llegue la segunda generación.
Estéticamente, el renovado Q2 mantiene intactas casi todas sus cotas, salvo la longitud que pasa a ser de 4,21 metros (por la presencia de unos nuevos paragolpes) y añade algunos aditamentos estéticos como las entradas de aire poligonales y la nueva parrilla de la marca del tipo “Singleframe”, una característica en todos los últimos modelos de la marca alemana.
En este sentido, una de las novedades más importantes son las ópticas de ledes, de serie en todas las versiones, con la posibilidad de añadir en opción unas Matrix LED bastante exclusivas dentro de su categoría. Visto por detrás, el Q2 sobresale igualmente por la incorporación de otros paragolpes y luces igualmente de LED que son novedad.
Por lo que concierne al apartado mecánico, Audi ofrece un abanico de tres propulsores que irán acompañados de más opciones a lo largo del año que viene. De entrada, y en gasolina, encontramos el 1.0 TFSI de 110 CV (con cambio manual, tracción delantera y que da vida a la versión 3.0 TFSI) y como abanderado el 1.5 TFSI de 150 CV -35 TFSI- que ya puede combinar la caja automática S Tronic de siete relaciones.
En Diésel, el 2.0 TDI de 150 CV se revela como una de las opciones que tendrán mayor demanda y que configura la versión 35 TDI S tronic quattro. Con este tipo de carburante también habrá una variante 30 TDI equipada con el 2.0 TDI de 116 CV.
Para cerrar este capítulo, más adelante se podrá disfrutar de una variante con mucha personalidad deportiva como es el SQ2 con 300 CV y tracción quattro.
Audi ha dispuesto para este modelo los acabados ya conocidos que se estructuran en tres niveles (básico, advanced y S line) más una serie especial Black line con detalles exteriores en negro y llantas de 19 pulgadas.
De serie, todas las versiones cuentan con accesorios tales como los faros LED delanteros, el control de aparcamiento trasero, el control de velocidad, el cuadro de instrumentos en color, el asistente de arranque en pendientes y todos los servicios asociados a Audi «connect emergency «y «connect remote».
Por 2.100 euros más, el nivel advanced añade una línea exterior propia, llantas de aleación de 17 pulgadas y paquete connectivity (Audi Smartphone interface y preparación para navegación), así como climatizador de confort y pilotos traseros LED.
Y si queremos disponer de una imagen más deportiva, el S Line (1.250 euros de sobreprecio) sobresale por incluir paragolpes y taloneras específicas, tren de rodaje deportivo (sin sobrecoste si así lo deseamos), asientos delanteros deportivos, llantas de 18 pulgadas y Audi drive select.
Por último, comentar que el Q2 parte de un precio de 27.960 euros.