El calor del verano puede hacer que tu coche pierda potencia
Los coches son máquinas que, por muy robustas que puedan parecen, achacan los cambios de temperatura. Ahora que ya llegan los meses de calor, es conveniente conocer los efectos del verano en nuestros vehículos para, pese a no poder remediarlos, sí poder paliarlos.
Uno de los aspectos en los que más repercute la temperatura elevada es la potencia. Los motores suelen perder fuerza durante el verano y su rendimiento puede verse reducido casi en un 15%, según reflejan los datos de asistencia en carretera y mecánicos, pero, ¿por qué?
Primero, porque el aire que coge el motor para poder funcionar está a una temperatura alta. No se puede luchar contra esto, ya que es una característica propia de la estación estival. Pero sí hay varios consejos para que el calor no afecte tanto a nuestro motor.
La segunda razón es el sobreesfuerzo constante que tiene que hacer el sistema de refrigeración para que el motor mantenga su temperatura óptima. Esto se puede controlar vigilando el termómetro del salpicadero.
Y la última razón de peso es el uso del aire acondicionado, ya que funciona con un compresor que le resta potencia al motor. En ocasiones, casi de cuatro caballos, aunque esta pérdida apenas se nota en los coches más modernos y eficientes.
Para evitar que el motor sufra y que la pérdida de potencia no sea tan evidente, hay tres grandes consejos a seguir que nos quitarán probabilidades de tener que parar en medio de la carretera por un fallo mecánico: