El Ford Explorer vuelve a Europa a lo grande
Tras más de dos décadas de ausencia, el todoterreno de gran tamaño de Ford vuelve al mercado europeo con todas sus capacidades renovadas, una contundente mecánica híbrida enchufable y cargado de tecnología y equipamiento.
El proceso de electrificación en Ford sigue adelante, ahora con uno de sus buques insignia en cuanto a tamaño. Y ha querido dar el máximo en lo mucho que dan de sí los 5 metros de longitud de este modelo.
Para empezar, un alto número de plazas, hasta 7, y un maletero que puede ir de los 240 litros de capacidad –con todos los ocupantes a bordo– a los 2.274 si se se pliegan todos los asientos.
El sistema de propulsión se encomienda a un motor gasolina de 3 litros y 6 cilindros en V que, unido a otro eléctrico, proporciona aproximadamente 457 caballos de potencia y una descomunal cifra de par de 825 Nm. La transmisión es automática de diez velocidades.
Con semejante poderío mecánico, las prestaciones son de referencia, como lo demuestran los escasos 6 segundos que el Explorer necesita para acelerar de 0 a 100 km/h y los 230 km/h que puede alcanzar de velocidad punta.
La batería de litio asociada al sistema tiene una capacidad de 13,6 kWh, y con ella la autonomía media de este Ford está en torno a los 42 kilómetros (según el ciclo de homologación WLTP) si solo funciona el motor eléctrico. Para gestionar la energía dispone de cuatro modos: EV Auto, EV Now, EV Later y EV Charge, y en caso de que esta se agote puede recargarse en unas 6 horas en un punto de carga doméstico, periodo que se reduce hasta poco más de 4 horas en un Ford Connected Wallbox.
Dada su orientación y tradición como gran exponente todoterreno que es, este modelo cuenta con un sistema de tracción total inteligente que funciona de manera continua, mediante sensores, analizando las condiciones del piso y ambientales, pero también dispone de siete programas definidos de funcionamiento: Normal, Sport, Pista, Resbaladizo, Remolque, Eco y Nieve/Arena Profunda.
Solo hay disponible un nivel de acabado, ST-Line, y en él Ford ha “echado el resto” con todos los elementos posibles de serie: faros Full Led, llantas de 20 pulgadas, cuadro de instrumentos digital 12,3”, asientos con función de masaje, climatizador de tres zonas, cargador inalámbrico para móviles, el avanzado sistema multimedia Sync 3 con pantalla de 10,1 pulgadas y paquete de conectividad con aplicación móvil. Todo ello complementado con sistemas de seguridad y ayuda a la conducción como alerta ante puntos ciegos y tráfico cruzado, asistencia a la frenada en marcha atrás, control de crucero adaptativo o reconocimiento de señales de tráfico, por citar algunos.
Con todo, el precio final de 79.350 euros, que se puede quedar en unos 71.000 aplicando los descuentos que ofrece la marca, lo pone en una posición privilegiada ante una competencia en algunos casos sensiblemente más cara.