El funcionamiento de un mechero podría salvar a los motores diésel
¿Y si los motores diésel dejaran de ser contaminantes? ¿Serían los nuevos rivales a los motores eléctricos? La reducción de las emisiones de óxido de nitrógeno es el objetivo que domina este año en el sector automovilístico (en parte por el medio ambiente y, en otra gran parte, por las multas). Y puede ser que una de las soluciones pase por mantener con vida este tipo de motores de combustión.
Pues bien, puede ser que en Estados Unidos encuentren la clave a estas respuestas. Ahora mismo, en el Centro de Investigación de Combustión de los laboratorios Sadia National están tratando de desarrollar un nuevo sistema de inyección de diésel. La novedad es que este sistema sería un paso que eliminaría la emisión de partículas y sentaría las tablas para eliminar las emisiones de NOx.
Este nuevo sistema de inyección de combustible funciona con la lógica de un mechero o un quemador Bunsen. Así, el inyector no colocaría el gasoil en un punto abierto del cilindro para su combustión, si no en una especia de cámara anterior circular. Este cambio supondría que la quema tendría lugar de manera más dispersa, siendo así más rápida y eficaz.
En esta investigación el objetivo es reducir la emisión y no el consumo del combustible. Según los ensayos del equipo, se puede llegar a bajar el porcentaje de las partículas expulsadas al aire en un 50% y, en el mejor de los casos, en un 100%.
Además, este sistema de inyección podría llegar a reducir la temperatura de la combustión y ahí es donde entra en juego el NOx: su emisión se reduciría, ya que es el óxido de nitrógeno se produce en este proceso químico.
Así, las ventajas más claras serían un mejor rendimiento de los motores diésel y una reducción de las emisiones de partículas y de NOx. Quizá dentro de un tiempo haya que darles una pegatina ECO a los nuevos coches de gasoil.