Estas son las maniobras que te puede tocar realizar en el examen de conducir
Los exámenes de conducir, aunque no lo parezca, evolucionan como lo hace el resto de dinámicas de nuestra vida. Gracias al desarrollo de las tecnologías, cada vez incorporan cambios más modernos y, sobre todo, útiles para los alumnos. Aún así, hay aspectos de estos test que permaneces impasibles, como los contenidos que se evalúan.
La prueba para sacarte el permiso de conducción consta de una parte teórica que hay que aprobar tras pasar el test pertinente y de una práctica, en la que se examinan las habilidades y los conocimientos necesarios para conducir un coche sin suponer un peligro para el resto de los conductores.
En esta parte práctica es en la que más se sufre, ya que los nervios pueden jugar una mala pasada y acabar suspendiendo el examen. Aunque en las clases prácticas de la autoescuela se encargan de explican cómo salir airoso de esta prueba, os adelantamos cuáles son las maniobras que se exigen en los test prácticos del carnet de conducir tipo B (para turismo de menos de 3.500 kilos, no más de ocho pasajeros o cuadriciclos/triciclos):
–La maniobra G: marcha atrás en recta y en curva. Para realizar esta maniobra con éxito no se debe subir el bordillo o rozar las ruedas con él, pisar marcas del carril o derribar otros objetos de la calzada.
–La maniobra H: cambio de sentido de la marcha, se entiende al entrar en un callejón sin salida. Lo importante será no rozar el coche con los límites de la calle y realizarlo en un número de movimientos que sean necesarios.
–Las maniobras I: los estacionamientos, tanto en línea como en oblicuo o perpendicular. Lo importante será no rozar los coches próximos a la plaza de aparcamiento, dejar espacio para salir y, a la hora de sacar el vehículo del hueco de aparcamiento no hacerlo en más de 3 movimientos.