FAQ (II): preguntas y respuestas que todos nos hemos planteado sobre las baterías de los coches eléctricos
Después de haber ya visto, en una primera parte, algunas de las dudas más frecuentes que pueden tener los conductores o futuros usuarios, continuamos aquí para acabar de resolver cualquier incógnita que haya podido quedar sin respuesta.
Siempre es recomendable usar el sistema de carga suministrado por el fabricante. Los supercargadores son ideales para acortar el tiempo, pero no todas las baterías soportan las corrientes tan altas que éstos suministran, provocando que el rendimiento posterior a esta carga sea muy bajo.
Los componentes metálicos de la batería, como el cobalto o el níquel, son contaminantes. Por esta razón, la recogida y reciclaje de estas baterías deberá ser una obligación en el futuro, un proceso que ya se realizó en su día con las baterías de plomo en los vehículos.
Existe un gran número de grupos de investigación dedicados a estudiar cómo recuperar de manera eficiente todos los componentes de la batería después de su vida útil, y ya se han implantado algunas empresas en Europa dedicadas a esta labor.
El sistema de alta tensión que se utiliza en el coche para mover el vehículo podría ser mortal, pero está protegido con cajas blindadas que actúan de sistema de seguridad.
Las actuales baterías de Li-ion tienen cada vez menos potencial de mejora. Sin embargo, el primer salto importante en evolución vendrá dado gracias a la tecnología basada en Litio-Azufre, que aportará como mínimo el doble de energía. Otras tecnologías alternativas como el Litio-Aire o las basadas en metales más abundantes que el litio, como el sodio, potasio o aluminio.
Arval cree en la evolución de la seguridad y la sostenibilidad. En el primer factor, desarrollando nuevos electrolitos no inflamables. En el segundo, diseñando baterías con materiales abundantes, no tóxicos y de bajo coste, por ejemplo, procedentes de biomasa o de residuos industriales o agrícolas.