Jeep electrifica sus modelos Compass y Renegade: estas son sus ventajas
Probablemente, desde que en 1941 Jeep comenzara a producir en serie su primer 4×4, el Willys-Overland, no haya habido un momento tan importante para la marca como este de 2020, en el que ha empezado la electrificación de su gama de productos.
Los modelos elegidos para este proceso, de momento como híbridos enchufables (PHEV), son el Compass, un todoterreno de casi 4,4 metros de longitud, y el más compacto Renegade, de 4,2 metros de largo. Ambos se fabrican en la planta europea de Jeep en Melfi, en Italia, y estéticamente lo único que los diferencia es el logotipo “4xe” y el tono azul presente en este y en el emblema de Jeep.
Cada uno con su estilo, ambos tienen en común la implementación de un sistema híbrido que se ajusta como anillo al dedo a las características de estos Jeep, e incluso mejora su rendimiento. Además, gracias a su funcionamiento en modo eléctrico reciben la etiqueta “Cero” de la DGT, con las ventajas que ello conlleva.
La base del sistema híbrido es el nuevo y ligero motor 1.3 GSE de cuatro cilindros gasolina, el cual está disponible en dos potencias, 130 y 180 caballos, y se sitúa en el eje delantero. El propulsor eléctrico se emplaza en el eje trasero y tiene 44 kW de potencia, el equivalente a 60 caballos, completando el sistema una batería de 11,4 kWh alojada bajo los asientos traseros, lo cual no resta espacio al maletero.
Con este sistema, tanto el Compass como el Renegade pueden circular en modo eléctrico, es decir, con cero emisiones, aproximadamente 50 kilómetros, suficiente para cubrir trayectos urbanos en el día a día. En este modo pueden alcanzar hasta 130 km/h de velocidad máxima.
La recuperación de energía la facilita el propio sistema, por un lado aprovechando las deceleraciones o frenadas, y por otro conectándolo a una red eléctrica. Si esta es doméstica, el proceso de recarga es de unas cinco horas, pero un easyWallbox de 7,4 kW el lapso de tiempo se puede reducir a los 100 minutos.
El modo de funcionamiento híbrido es con el que arrancan los coches por defecto y de forma automática la centralita busca la mayor eficiencia posible. Así, las emisiones medias de CO2 se establecen en solo 50 gramos por kilómetro recorrido, mientras que el consumo de gasolina es de poco más de 2 litros a los 100 km, unas cifras nunca registradas en un Jeep.
Mediante un botón se selecciona también el modo eléctrico o el E-Save. Esta última opción permite “guardar” la energía o forzar un mayor aprovechamiento de la que se obtiene de deceleraciones o frenadas, algo que hemos podido comprobar en una pequeña toma de contacto con estos híbridos funciona eficazmente.
También la conducción en carretera responde a las expectativas, no en vano los sistemas híbridos ofrecen un total de 190 o 240 caballos que dan para mucho. Además, el par inmediato que aporta el motor eléctrico se hace notar, y las sensaciones a bordo son muy gratificantes, sobre todo en combinación con el cambio automático de doble embrague del que disponen estas variantes. No olvidemos que los Compass y Renegade más potentes pueden acelerar de 0 a 100 km/h en 7,3 y 7,1 segundos, respectivamente, según las cifras homologadas por la marca.
Como estamos ante vehículos todoterreno, en este apartado vuelve a destacar especialmente el sistema de tracción 4×4 (4xe lo denomina la marca), ya que la fuerza del motor eléctrico está presente de inmediato y de esta manera se aprovecha a la hora de sortear cualquier tipo de obstáculo.
Tanto Compass como Renegade disponen de varios modos de conducción según el terreno: Auto, Sport, Snow (nieve) y Sand/mud (arena y barro), así como un selector de funcionamiento de la tracción total, 4WD Lock para bajas velocidades (menos de 15 km/h) y 4WD Low para obstáculos difíciles como arena y rocas.
Tecnológicamente, estos Jeep disponen de servicios de conectividad Uconnect con información sobre el vehículo, estado de carga, asistencia y control en remoto desde un smartphone, así como equipamiento y ayudas a la conducción de última hornada como avisos de colisión y salida de carril, asistente de velocidad con reconocimiento de señales de tráfico, detector de ángulo muerto o ayuda al aparcamiento automático.
Ya disponible en los concesionarios, la gama PHEV de ambos modelos cuenta con tres acabados, Limited, Trailhawk y S, la primera solo disponible para la versión de 190 caballos. Los precios del Renegade, sin descuentos ni ofertas, van de los 39.750 a los 43.200 euros, y los del Compass de 43.200 a 46.400 euros.