La vuelta a la normalidad reactiva los servicios de carsharing
El carsharing es una modalidad para compartir coche, por minutos, que ha cambiado la manera de ver la movilidad en las grandes ciudades. Fácil, económico y sencillo de utilizar a través de una aplicación móvil, esta práctica le quita grandes desventajas y gastos a la conducción y a tener coche propio.
Pero hace ya casi dos meses que con la crisis sanitaria actual las empresas que ofertaban el servicio tuvieron que parar en seco, ya que casi toda la población española quedó confinada en sus casas sin apenas poder salir a la calle y con fuertes restricciones al tráfico rodado.
Ahora que ya se ha iniciado una apertura progresiva hacia la nueva normalidad, ya son varias las empresas de carsharing que, por lo menos en la capital, han reactivado sus servicios. La primera en hacerlo ha sido Zity (que también trabaja en Francia), con cambios en sus tarifas pero también con nuevas medidas de seguridad e higiene.
Así, además de que se han aumentado las desinfecciones de los coches que forman parte de las flotas (con máquinas de ozono) y se han aplicado todas las normas de seguridad que exige tanto la Comunidad de Madrid como el Gobierno, las empresas de carsharing también necesitan de la colaboración de sus usuarios para poder continuar operando. Las nuevas normas y recomendaciones de uso de, por ejemplo, Zity, son: