Los accidentes causados por choques con animales grandes han aumentado un 25%, ¿sabrías cómo reaccionar?
Los viajes que incluyen en la ruta las carreteras convencionales tienen un plus de riesgo añadido. Y es que, dependiendo de la zona que se transite y la hora del día, no es raro cruzarse con alguna especie de animal salvaje, como los jabalíes, lo que conlleva aumentar las probabilidades de sufrir un accidente.
El Real Automóvil Club de España (RACE) ha desarrollado una encuesta en la que han participado 1.000 conductores con el objetivo de discernir el peligro que supone la presencia de animales salvajes en las carreteras españolas.
El 88% de los encuestados ha confesado haberse encontrado alguna vez con algún tipo de animal en la vía y más de la mitad de ellos, el 57%, ha afirmado sufrir un accidente o una situación de riesgo derivados de este tipo de encontronazos.
De este porcentaje de accidentes y situaciones de riesgo, el 73% tuvo que frenar de manera muy brusca; la mitad tuvo que dar un volantazo; el 24% invadió el carril contrario para evitar al animal e incluso un 4% se salió del vía tratando de esquivarlo.
Y desde el año 2015, según las investigaciones del RACE, este tipo de percances va en aumento. El total que recogen las estadísticas señala que en 2018 se produjeron 599 accidentes por atropello de animales y 511 sucedieron en vías convencionales. Estas cifras suponen un aumento del 25% respecto al año 2015.
Para evitar un accidente con consecuencias graves, es de extrema importancia saber reaccionar correctamente cuando nos encontramos con un animal salvaje en la carretera, sobre todo con aquellas especies como los jabalíes o los ciervos que, por su peso, pueden provocar incluso graves daños en nuestro vehículo.
Por ello, lo primero que hay que hacer es reducir la velocidad, ya que nos permitirá frenar con tiempo si el animal aparece a una cierta distancia y, así, evitar la colisión (que es lo más deseable en términos de seguridad). Lo más recomendable es circular a unos 80 kilómetros por hora. Los asistentes a la conducción que incorporan los vehículos más modernos también son de gran ayuda.
El comportamiento correcto, según RACE, para llegar al impacto con el animal reduciendo daños humanos (si este no puede evitarse por la distancia) es frenar y mantenerse dentro del carril, sosteniendo el volante con firmeza, para llegar al impacto a la menor velocidad posible. Dar un volantazo para esquivar al animal puede conllevar graves consecuencias.