Los casados presentan más partes de accidente… aunque el seguro es más caro para los solteros
Nuestro coche refleja, casi sin nosotros ser conscientes, nuestro estilo de vida. Tanto es así que no buscamos las mismas prestaciones en un vehículo si estamos solos que si tenemos pareja, por ejemplo.
En el caso de las familias, las evidencias son más claras ya que, aunque solo sea por el tamaño y la cantidad de personas que es necesario que viajen cómodas en el habitáculo, la compra del coche está condicionada por una serie de factores que dependen de cada familia.
Este tipo de diferencias han dado lugar a un estudio que arroja datos curiosos sobre los coches de los solteros, como, por ejemplo que solo el 12% de los solteros tiene un coche de gama alta, frente al 24% de los casados, así lo refleja un informe del comparador de seguros Acierto.com, que concluye que las personas sin pareja conducen vehículos más antiguos y tienen un seguro más caro.
Según estas cifras, el número de solteros que conduce un modelo de más de 15 años de antigüedad es un 20,5% superior al de sus homólogos casados. Estos últimos disponen de un coche nuevo en un 10,3% más de los casos.
«Teniendo en cuenta que la edad media de los vehículos que se ven inmersos en un accidente supera los doce años, no es de extrañar que el seguro les salga más caro», han subrayado desde Acierto.com, y han añadido que esto se traduce en una póliza un 34% más cara que la media, mientras que el precio de un seguro a todo riesgo sin franquicia se dispara más de un 43%.
Sin embargo, solo el 16% de los solteros ha presentado un parte de accidente en el último año, frente al 20% de los casados. «Dadas las cifras, no es de extrañar que los casados opten por seguros a todo riesgo en un 23,3% de los casos, mientras que los solteros se decantan por seguros a terceros básicos en un 32,2% de las ocasiones», ha explicado el comparador de seguros online.
En el aspecto económico, en Acierto.com han señalado que los solteros acaban el año con un patrimonio personal de 7.500 euros menos que los casados en la misma situación económica y son los que más préstamos solicitan debido a, entre otras cosas, que pagan más por el seguro del coche, por los paquetes vacacionales, por el alquiler de una vivienda y hasta por la comida del supermercado.