Los cuatro asistentes a la conducción que deberías buscar en tu próximo coche nuevo
De la unión de tecnología y automoción se extraen muchas buenas aplicaciones y, entre ellas, la que más repercute en el día a día de los conductores son los asistentes a la conducción. Estos sistemas de seguridad mejoran la experiencia al volante limitando algunos de los factores que pueden provocar accidentes.
Antes de continuar, es necesario advertir que el hecho de que un vehículo esté equipado con este tipo de mecanismos de seguridad no significa que el conductor pueda relajarse y bajar la guardia, ya que las distracciones siguen siendo la mayor causa de accidentes en carretera y el factor humano acaba siendo el más determinante.
Pero hay que reconocer que contar con estos asistentes es un plus a tener en cuenta, sobre todo a la hora de adquirir un coche nuevo, y que muchos modelos ya los incluyen de serie o, en su defecto, ofrecen un paquete de extras de seguridad.
Los mejores asistentes a la conducción y, sobre todo, aquellos que más tiene en cuenta la EuroNCAP cuando realiza sus pruebas son cuatro: control del estado del conductor, frenada de seguridad, limitación de la velocidad y asistencia de carril. Así que, ya sabes, cuando vayas a comprar un nuevo vehículo, estos son los cuatro must-have que debe tener.
-El control del estado del conductor es especialmente útil en viajes largos, para detectar el posible cansancio o la fatiga de quien va al volante y aconsejarle de que se tome una pausa antes de poner en riesgo su integridad física.
-La asistencia al cambio de carril es útil para evitar desvíos involuntarios que provoquen accidentes y pueden incluso corregir la trayectoria del vehículo en cuestión.
-La velocidad de conducción puede determinar el grado de fatalidad de un accidente, por lo que los limitadores son muy útiles para reducir el porcentaje de heridos graves o fallecidos en accidentes de tráfico.
-La AEB coche a coche o frenada de emergencia es valorada por la EuroNCAP como un sistema útil para reducir el número de accidentes en carretera y en ciudad, ya que lo más habitual es que estos se den por colisión trasera. El coche actúa cuando, a través de los sensores y las cámaras, ve que el conductor no ha pisado el freno a tiempo para evitar el choque.