Los defectos más habituales de los vehículos españoles y por los que se suspende la ITV
Muchos de los vehículos que circulan por las carreteras españolas parecen estar en perfecto estado pero pueden esconder averías y fallos técnicos que los convierten en un verdadero peligro para la seguridad vial.
Según la Asociación Española de Entidades Colaboración de la Administración en las ITV (AECA-ITV), un total de 4’3 millones de vehículos no llegan a pasar tan siquiera la primera inspección técnica cuando van a los centros autorizados. Esto supone un 20’9% del total y el defecto técnico por el que suspenden la ITV es de carácter grave.
Uno de los motivos que se anuncian desde AECA-ITV y que explican este alto porcentaje de suspensos, que aumenta desde hace unos años, es el envejecimiento del parque automovilístico español. La edad media de los vehículos es de alrededor de 12 años, una de las más altas de la Unión Europea, y se debe a los efectos de la crisis económica de 2008, que todavía se arrastran.
Los vehículos españoles parecen más propensos a tener defectos en ciertas partes mecánicas de su estructura. Por ejemplo, uno de los fallos más habituales es el sistema de luces general, tanto de alumbrado como de señalización. Acumula el 24’9% de los suspensos iniciales de la ITV.
La segunda razón para no superar la inspección, con un 20’1% del total, son los problemas relacionados con los neumáticos, los ejes de las ruedas y la suspensión. Le sigue el exceso de emisiones contaminantes, que conforme va evolucionando la normativa cada vez son más estrictos. El 16’2% de los automóviles españoles no pasan la ITV por este motivo.
Por último, el 13’3% de los suspensos se refiere a los frenos. Esta parte del vehículo, junto con las ruedas, es una de las más importantes y que más afecta a la seguridad en la conducción, ya que un fallo del sistema de frenada en carretera puede tener consecuencias muy graves.