Los neumáticos también deben sustituirse con el cambio de estación
Se acerca el final definitivo del verano y si con el cambio de estación hay que hacer el del armario, sucede lo mismo con los neumáticos. En el transcurso de la época de calor a los meses de frío es necesario sustituir las ruedas del coche por unas nuevas.
Y es que después de los viajes de vacaciones y de las altas temperaturas, es muy posible que los neumáticos se hayan visto afectados y estén deteriorados. Desgaste, rajas en la goma o incluso deformaciones son algunas de las marcas del uso durante estos meses.
Además, hay que tener en mente que muchos de los síntomas de este desgaste no son visibles pero comprometen igualmente la seguridad vial de los que conducen el vehículo y de los que van alrededor. El calor puede provocar una pérdida de presión en las ruedas, por lo que su deterioro será mayor. Igualmente, la banda de rodadura se calentará antes, acortando la vida útil de las gomas.
Por otro lado, los viajes a mayor velocidad por autopistas o por tramos desgastados afectan al dibujo de los neumáticos y los consumen mucho más rápido.
Por estas razones es imprescindible cambiar los neumáticos por unos nuevos tras los meses de verano. Si, además, eres de los que apuesta por las ruedas de verano o de invierno, tienes el doble de motivos para sustituirlos, ya que las propiedades de unos y otros no son aptas en los cambios de estación.
Algunos fabricantes recomiendan aprovechar el cambio de horario para renovar las ruedas, aunque una vez que ya hemos dado por finalizadas las vacaciones no habría por qué esperar a hacer el cambio. Si, encima, se observa que el neumático está deteriorado o que la profundidad del dibujo es menor a uno 1’6 milímetros, la sustitución no debería posponerse.
Dependiendo de la zona en la que se resida, puede ser interesante apostar por el neumático de invierno gracias a sus propiedades aptas para temperaturas bajas. Lo mejor es optar por fabricantes reconocidos y rechazar los neumáticos reciclados.