La motocicleta se ha revelado estos meses pasados como uno de los vehículos más idóneos para desplazarse durante los tiempos que corren. Las ventajas de usar una moto radican en su individualidad y su facilidad de conducción, pero también en su capacidad de ahorro y en su precio más asequible.
Así, las cifras del mercado de las motocicletas y vehículos ligeros son las que menos se han resentido tras los 10 primeros meses del año. En comparación con otros vehículos, las motos han bajado su acumulado anual un 13’6% en comparación con el 35’3 % de descenso que acusan los automóviles respecto al año pasado.
Los scooter son uno de los modelos de motocicleta que más han aguantado la crisis sanitaria y acumulan el 58% de las matriculaciones de moto. Y es que este tipo de vehículo a dos ruedas tiene un carácter predominantemente urbano, es ágil y cómodo y además muy económico.
Basándose en estas características e impulsando la movilidad individual para limitar contacto social, la marca de motocicletas SYM lanzó el pasado mes de mayo su campaña ‘Tu Espacio Vital’, que en la clasificación nacional de marcas con más ventas está en el quinto puesto con 8.620 unidades matriculadas este año. De ese total, 6.919 scooter han sido vendidos en el marco de esta campaña.
La moto es un vehículo que ayuda a respetar el medio ambiente por sus bajas emisiones y contribuye de forma significativa a la descongestión de las ciudades. Igualmente, las motocicletas son un ahorro para el bolsillo: bajo consumo, bajo coste de mantenimiento…
Y la ventaja que más aprecian los conductores durante los tiempos que corren es la posibilidad de mantener una distancia mínima en comparación con los transportes públicos y, por tanto, preservar el espacio vital.
Para Carlos López-Navarro, director comercial de SYM en España, los «scooter representan un sistema de movilidad perfecto para su uso diario. Y ahora, más que nunca, las medidas de seguridad sanitaria y la situación económica hacen de nuestro producto una herramienta indispensable para la reactivación de nuestras vidas y de la economía, tanto de hogares como de empresas».