Manías al volante: ¿cuáles pueden averiar tu coche poco a poco?
Todos tenemos manías y costumbres diarias que, por mucho que sean la normalidad, pueden traer consecuencias perjudiciales. Un ejemplo muy claro de esta situación son los vicios al volante: aquellos gestos cotidianos en conducción que contribuyen a acelerar el deterioro y desgaste de nuestro vehículo.
Estas manías son, muchas veces, gestos casi inconscientes adquiridos durante años de conducción y aprendidos probablemente al ver a nuestros progenitores u otros adultos conducir. Pero aunque no nos demos cuenta de estas costumbres, hay que ser conscientes de que el modo en el que se conduce determina la vida útil del coche.
La mayoría de estos vicios están relacionados con el cambio de marchas, pero también con la manera de repostar y la forma de cuidar del vehículo: