Una buena planificación de un viaje por carretera tiene que tenerlo todo. El vehículo bien revisado, víveres para el trayecto, la ruta clara… y los radares. Cada día más, estos dispositivos forman parte de los traslados diarios y es necesario tenerlos en cuenta si no se quiere volver a casa con un agujero en el bolsillo.
Los radares, como aparatos electrónicos que son, avanzan día a día y cada vez son más modernos. Son capaces de detectar más infracciones, en menos tiempo y con un mayor alcance.
Estos avances provocan dudas entre los conductores, ya que muchos esperan nerviosos tras un viaje la posibilidad de que llegue una multa a casa. Entre algunas de estas cuestiones, se encuentra la capacidad de estos cinemómetros de detectar los excesos de velocidad desde el carril contrario.
La respuesta a esta duda es afirmativa. Los radares pueden multar independientemente del carril de la carretera en el que se cometa la infracción. Ahora bien, existen (como en todo) algunas excepciones que nos salvarán de recibir la sanción.
Los radares que más probabilidades tienen de detectar un exceso de velocidad en ambos sentidos de circulación son los fijos que están situados en medianas y los móviles, aunque este caso dependerá de cómo estén calibrados y de su alcance.
Obviamente, no hay ni trucos ni magia: para evitar una multa por exceso de velocidad lo mejor es respetar los límites de velocidad. Así, además, conducirás seguro tú y el resto de conductores que te rodeen.
Pero en el caso de que te pille un radar circulando en sentido contrario, puede suceder que el foto salgáis dos vehículos y, entonces, no quede claro cuál de los dos ha cometido la infracción, por lo la sanción no sería válida.
Por otro lado, a las motocicletas no les afecta este doble funcionamiento de los radares de velocidad: estos vehículos no tienen matrícula delantera y, por tanto, no podrían ser indentificados en estos supuestos.