Muchos patinetes circulan por las aceras en el primer día que está prohibido
Desconocimiento es la palabra que define la entrada en vigor de la norma que obliga ya a ir por la calzada a los patinetes eléctricos, que esta mañana seguían circulando por las aceras del centro de Madrid. Peatones y taxistas tienen opiniones diversas, aunque coinciden en que lo ideal sería que estos vehículos fueran por el carril bici.
Este sábado ha entrado en vigor la nueva normativa para conductores de Vehículos de Movilidad Personal, como los patinetes eléctricos, que no pueden circular por aceras o zonas peatonales ni superar los 25 kilómetros por hora.
Además sus conductores deben cumplir las normas de tráfico y por tanto podrán ser sometidos a la prueba de alcoholemia y de detección de drogas. No pueden llevar auriculares puestos, ni hacer uso del móvil o cualquier otro dispositivo mientras va conduciendo, según recuerda la Dirección General de Tráfico.
Pero esta nueva norma parece aún bastante desconocida: a media mañana circulaban pocos patinetes eléctricos por los alrededores de la céntrica Puerta de Alcalá de Madrid, y en su mayoría iban por la acera.
Sus conductores, en su mayoría sin casco ni ropa reflectante, no han hecho declaraciones.
Se trata solo de una «foto fija» de las primeras horas de una norma que trata de responder a una clara realidad: el gran incremento de ciudadanos que utilizan vehículos de movilidad personal, que ha llevado a numerosas empresas a gestionar su alquiler en ciudades como Madrid.
Así lo recuerda el presidente de la asociación de víctimas DIA, Francisco Canes, que valora la nueva normativa para garantizar la seguridad de los conductores de los patinetes y de los peatones, y opina que el siguiente paso tiene que ser la obligatoriedad de seguro por si hay un accidente.
Sostiene que el uso de vehículos de movilidad personal seguirá creciendo en España porque son fáciles de usar y poco contaminantes en un clima habitualmente propicio para su uso: de ahí la necesidad de regularlo.
Varios peatones se felicitan por no tener que compartir la acera con los patinetes eléctricos, aunque reconocen que no han tenido problemas con ningún conductor de estos vehículos y que se debe proteger su integridad si van por la calzada con los coches.
Para Luis, de avanzada edad, el nuevo reglamento es «una buena medida sobre todo para las personas mayores», que cree que se sentirán «más seguras».
Belén, adolescente con patín en mano que va al Retiro a practicar, también valora la nueva regulación porque algunos patinetes van «bastante rápido» por la acera y «la gente mayor se asusta», y cree que sus conductores deberán llevar casco y otras medidas de seguridad para evitar accidentes en la calzada.
Violeta, madre de tres niños pequeños, cree que la clave está en la responsabilidad de los usuarios del patinete: «Depende de quién conduzca, hay que gente que es muy cuidadosa y va bien por la acera, sin problema, pero hay gente que va como loca«.
En su opinión habrá que tener en cuenta que si los patinetes van entre los coches a menos de 25 kilómetros «puede ser que los quieran esquivar», por lo que lo ideal sería que circulen por el carril bici o una zona similar, acotada.
En este punto coincide uno de los taxistas consultados, Julián, que desde la parada de taxis que hay en la calle Serrano, junto a la Puerta de Alcalá, señala el carril bici como el lugar ideal para los patinetes, ya que en la calzada pueden «molestar» porque «son bastante incívicos».
Para este taxista -que como el resto consultados sí sabe de la nueva norma- los patinetes eléctricos deberían llevar un número similar al de una matrícula para ser identificados cuando sus conductores cometen imprudencias.
Javier, también a la espera de clientes en la parada de taxis, está de acuerdo en apartar a los patinetes de las aceras «porque pueden atropellar a personas mayores», y considera que lo ideal es que vayan por el carril bici o por la calzada pero bien protegidos, con casco y con ropa reflectante porque «de noche casi no se les ve».
Sostiene, como su compañero Julián, en que desde el taxi ve a los conductores de patinetes cometer imprudencias como «ir por cualquier carril y saltarse semáforos», y espera que esto cambie porque «vamos a tener que convivir con ellos».
Sobre la posibilidad de que tengan que tener seguro, Javier es totalmente partidario: «Si no a ver quién se hace cargo si hay un accidente«.
En cualquier caso, a partir de ahora serán las policías municipales las que se encarguen de la vigilancia y control y las que, con sus ayuntamientos, establezcan las prioridades a la hora de sancionar unas conductas u otras.
La regulación del patinete forma parte de un paquete de reformas legales, aprobado por el Gobierno el pasado 10 de noviembre, cuyo objetivo es generar un nuevo modelo de seguridad vial que permita rebajar en un 50% los fallecidos y los heridos graves durante la próxima década.