Ponemos a prueba la deportiva gama N de Hyundai en el circuito del Jarama
Con el trazado madrileño como testigo de excepción, esta semana hemos tenido la oportunidad de probar al límite los tres modelos de esta serie tan racing que apuesta por las prestaciones y por un estilo que llamará la atención de los usuarios más exigentes.
El compacto i30 fue el primero en apuntarse a este club tan selecto y ahora la firma coreana ha hecho lo propio con el i20 y el Kona. El resultado son tres opciones muy adecuadas para disfrutar de su conducción e igualmente de unas carrocerías personalizadas con distintos detalles aerodinámicos para, sin estridencias, no pasar desapercibido entre el tráfico.
Comenzamos por el i20 que para la ocasión se refuerza con una versión turboalimentada de 204 CV de potencia sobre la base de un bloque de 1.6 litros de cilindrada. Se combina con una caja de cambios manual de seis marchas y la correspondiente puesta a punto deportiva de las suspensiones, de los frenos o de la monta de las llantas (de 18 pulgadas) y de los neumáticos. Dispone de un diferencial autoblocante mecánico, para garantizar la tracción, y todo tipo de extras como el sistema “Launch Control” que nos permite unas brillantes aceleraciones desde parado.
Rival directo del Ford Fiesta ST, el i20 N añade cinco modos de conducción (Normal, Eco, Sport, N y N Custom) que se adaptan a las más variadas exigencias al volante. Estéticamente, el deportivo coreano exhibe todo tipo de apéndices aerodinámicos, incluido un alerón posterior o pasos de rueda más grandes, que casan perfectamente con sus objetivos tan prestacionales.
Por dentro, los cambios afectan a los asientos, al diseño de la instrumentación, al pedalier o al pomo de la palanca de cambios. Su precio, sin descuentos, es de 29.990 euros.
La siguiente novedad de esta familia viene de la mano del Kona, un SUV de contenido tamaño (4,2 metros de longitud) que gana muchos enteros con esta radicalización. Su capacidad de aceleración y aptitudes dinámicas son las propias de un modelo deportivo al que poco o nada afecta su carrocería sobreelevada gracias a su motor turboalimentado de cuatro cilindros 2.0 T-GDI con 280 caballos de potencia y 392 Nm de par motor. El cambio es automático, de doble embrague con ocho relaciones, y la tracción a las ruedas delanteras.
En cuanto a prestaciones se refiere, el modelo coreano acelera de 0 a 100 km/h en solo 5,5 segundos y alcanza 240 km/h de velocidad punta, cifras que ponen de manifiesto su carácter tan agresivo y diferenciador. Como el i20 N, el Kona N permite elegir igualmente entre cinco modos de conducción que se combinan con el “Launch Control” o el “Creep Off”, sistema este último que ofrece el mayor rendimiento posible en circuito.
El interior, además de estar muy cuidado, ofrece un ambiente específico con una pantalla central de 10,25 pulgadas, tiene apartados específicos para cambiar parámetros del coche, monitorizar la conducción en circuito y hasta controlar los tiempos por vuelta.
Por fuera, el Kona hace acopio de varios detalles en rojo que le diferencian y que le identifican enseguida como un modelo “N”. Del mismo modo, los ingenieros de la marca han llevado a cabo un elaborado ejercicio aerodinámico que se ve reflejado en el spoiler de doble ala y en el difusor inferior, en cuyos laterales se ubican las dos salidas de escape. Comparable al Audi SQ2 o al MINI Countryman John Cooper Works, este modelo tiene un precio de 44.900 euros sin descuentos.
El compacto de la marca con el traje N, bien con 250 o bien con 280 CV de potencia, ahora también es novedad por poder incluir en la versión más potente un cambio automático de doble embrague y 8 marchas (con levas en el volante) como complemento a la transmisión manual con el que se estrenó en 2017.
Igualmente adopta los nuevos detalles de diseño de la última actualización que la marca realizó sobre este modelo con ópticas de LED o paragolpes renovados.
Sigue estando disponible en dos versiones de carrocería (cinco puertas o Fastback) y sus precios van desde los 33.900 hasta los 43.500 euros sin aplicar ningún tipo de descuento que en algunos casos puede llegar hasta los 5.000 euros.
Y para comprobar sus excelencias nada mejor que rodar en un circuito, la auténtica prueba del algodón. Después de haber probado el i30 N en varias ocasiones no teníamos apenas dudas de la efectividad de estos nuevos modelos.
Cada uno dentro de su categoría ofrece unas prestaciones de referencia para no aburrirse al volante. El Kona nos ha llamado mucho la atención pues no hay muchos SUV de su tamaño con esa caballería.
Es muy preciso en todos sus movimientos y los modos de conducción disponibles, incluido uno para circular en circuitos, hacen que disfrutemos de lo lindo. Con tracción a las ruedas delanteras, su agarre es encomiable y tanto los frenos como la dirección colaboran positivamente a esos resultados tan extraordinarios.
En el i20 N de 204 CV, la combinación es menos potente pero su peso más ligero le convierten en un coche igual de divertido. Aquí solo disponemos de un cambio manual que resulta bastante preciso en todos sus movimientos y la mecánica brinda mucho poderío en toda la gama de revoluciones.
Por último, el i30 N para nosotros gana mucho con el cambio automático. Ya no se nos amontona el trabajo al volante pudiendo dedicar más tiempo a la conducción pura y dura. Es el más explosivo de los tres y muy generoso en sus deportivas reacciones con un eficaz tren delantero gracias a su diferencial autoblocante electrónico.