¿Por que descienden los viajes en carretera pero no los accidentes?
Las Operaciones Especiales de Tráfico tienen como objetivo reducir la siniestralidad en las carreteras y velar por la seguridad vial intentando que se cumplan los límites de velocidad y las normas del reglamento de circulación.
Sin embargo, pese a la reducción de los desplazamientos de largo trayecto registrada este verano y a los esfuerzos de la DGT, los accidentes de tráfico no han disminuido del mismo modo y, en algunos momentos o situaciones, casi se han mantenido en los mismo niveles del pasado 2019.
A finales del mes de julio, se detectó que el número de desplazamientos había alcanzado los 37 millones, suponiendo eso un descenso del 11’15% de media en comparación con los movimientos de 2019. Los trayectos en los días laborales han bajado un 8’6% y los fines de semana, un 17’5%.
Sin embargo, la siniestralidad registrada durante el mismo periodo no se comporta de igual modo. Los accidentes han alcanzado el centenar, descendiendo solo un 5% respecto al 2019. Según los cuadros de la DGT, desde el pasado 21 de junio hasta el 13 de agosto, la diferencia entre fallecidos con el mismo periodo del año pasado es solo del 3%.
Desde la Dirección General de Tráfico ya explicaron que la sensación de las carreteras vacías puede envalentonar a los conductores a conducir de manera menos prudente y a pisar el acelerador.
Por otro lado, tras el estado de alarma, se han registrado altos niveles de estrés y ansiedad en la población, que puede afectar negativamente a las facultades psicológicas y físicas que intervienen en la conducción.
También influye el estado del vehículo en la siniestralidad. Se calcula que hay más de tres millones de coches que circulan sin la ITV y las prórrogas y los retrasos provocados por el estado de alarma para pasar la inspección no mejoran la situación.
Por último, se han registrado unas altas tasas de reincidencia respecto las infracciones de tráfico en los conductores españoles, mientras que los delitos contra la seguridad vial aumentan año tras año. Las faltas más habituales son el exceso de velocidad, el alcohol al volante y el uso del teléfono móvil.