Precauciones y pautas para usar el transporte público y reducir el riesgo de contagio por coronavirus
Las calles vacías dan la sensación de que la vida se ha paralizado completamente, pero no es así. Todavía están funcionando unas cuantas actividades que se han considerado esenciales, como el transporte de alimentos o todos aquellos puestos de trabajo que prestan servicios básicos como los supermercados, las farmacias y, obviamente, los hospitales.
Y muchos de estos trabajadores (entre otros ciudadanos que, quizás, no tengan los establecimientos necesarios para hacer la compra cerca de casa) necesitan todavía hacer uso del transporte público para llegar a sus puestos de trabajo.
Para reducir el peligro de contagios y viajar de un modo más seguro, aquí hay una recopilación de varios consejos para seguir si hay que coger el metro o el autobús. De todas formas, cabe recalcar que la manera más efectiva de reducir la posibilidad de infección es salir a la calle lo mínimo posible.
-Al subir al autobús, hazlo por la puerta trasera si es posible.
–Paga con tarjeta en aquellos vehículos en los que se pueda y evita hablar con el conductor.
-Mantén una distancia de seguridad en los andenes y paradas con otros usuarios de entre uno y dos metros. No te sientes al lado de nadie dentro del vagón o bus y procura mantener las distancias.
-No utilices el ascensor para salir de los andenes.
-Evita tocar pasamanos, asientos, reposabrazos… y demás superficies que puedan estar contaminadas. Si lo haces, evita tocarte la cara o lávate las manos inmediatamente si es posible.
-No comas ni bebas en el transporte público.
-Sigue las instrucciones básicas: tose en tu codo, usa pañuelos desechables y tíralos, lávate las manos con frecuencia…