¿Sabes distinguir entre una cámara de tráfico y un radar, y para qué sirve cada uno?
A todos nos ha pasado alguna vez, el llevarnos un susto (en vano) al pensar que lo que había debajo de ese semáforo era un radar y darnos cuenta de que íbamos un poco más ligeros de la cuenta. Pero luego lo piensas y ni flash, ni foto, ni multa que llega a casa. Quizás lo que te cruzaste no era cinemómetro, sino una cámara de tráfico.
A lo largo y ancho de nuestras carreteras podemos encontrar varios dispositivos, tanto en autovías como en ciudad, cuya intención es aumentar la seguridad vial de todos los que conducimos. Así, puede haber instalados radares, cámaras de tráfico, pequeñas estaciones meteorológicas e incluso cajas vacías (preparadas para un futuro radar).
La pregunta es, ¿sabemos distinguir unos de otros e identificar para qué sirven? La primera diferencia que hay que reconocer es la que hay entre radar y cámara de tráfico. A parte de que la DGT actualiza constantemente su listado de cinemómetros fijos y móviles, por lo que se puede consultar su ubicación para confundirlos, las cámaras de tráfico suelen ser blancas y negras, con forma redonda, mientras que los radares tienen una forma más rectangular.
Estas cámaras se colocan en farolas o pasarelas y sirven para controlar el volumen del tráfico o contar el número de vehículos que pasan por una determinada carretera durante un periodo de tiempo. En los mismos lugares se pueden colocar las pequeñas estaciones meteorológicas que, alimentadas con un panel solar, pueden dar lugar a equivocaciones.
Por último, un tercer elemento que puede dar lugar a equivocaciones es el lector de matrículas que se colocan, habitualmente, cerca de peajes o en las entradas de parking. Es en estos primeros sitios donde pueden provocar mayor confusión, pero tranquilos, que aunque se parezcan a los radares estos no multan.