Se duplican las citas previas en los talleres tras el paso de Filomena
Las consecuencias de la borrasca Filomena y de la ola de frío que va a solar la península a lo largo de esta semana forman una larga lista. Entre otros aspectos, el frío y las nevadas han conseguido disparar las citas previas en talleres mecánicos, una tendencia que va a continuar a lo largo de estos días de frío intenso.
Durante el pasado fin de semana, tal y como explican desde Euromaster, las citas solicitadas en talleres se han duplicado, lo que ayuda a conocer de primera mano las necesidades de servicios de reparación a consecuencia de la nieve. Desde Euromaster vaticinan que a lo largo de toda esta semana se mantenga el volumen de citas en el mecánico, ya que las averías provocadas por el frío se verán acrecentadas ante la bajada extrema de los termómetros. Además, muchas se irán revelando a lo largo de los días si los vehículos han estado parados.
La causa más probable para llamar al taller es el fallo de la batería. Ante una bajada de las temperaturas y una falta de uso, el generador del coche o de la moto puede fallar en el arranque. De todas formas, las vidas útiles de estas baterías rondan los 4 o 5 años y si empiezan a fallar lo mejor es sustituirlas.
Otro problema que obliga a pedir cita en el taller está relacionado con el líquido refrigerante, que puede perder sus propiedades anticongelantes ante el frío extremo. Cambiar este líquido apenas cuesta 50 euros, pero circular con él en mal estado puede provocar una avería de 1.000 euros si llega a romper el motor.
Mientras dure esta ola de frío hay que prestar atención no solo a la batería del coche o a los líquidos, ya que otros elementos del vehículo por los que normalmente no hay que preocuparse pueden sufrir los efectos de las bajas temperaturas.
Es el caso de las cerraduras y los botones de contacto en el caso de las motos. Desde Euromaster avisan del peligro de intentar abrir la puerta del coche, forzar los bombines o los botones de encendido si el vehículo ha pasado la noche a la intemperie. Pueden estar congelados y en caso de obligar el mecanismo se pueden romper, lo que conllevaría una nueva visita al taller.