Si el aire acondicionado de tu coche no trabaja como debe… igual tiene una fuga
El sistema de climatización de un vehículo es muy importante y no solo en verano cuando suben las temperaturas. También es de agradecer la calefacción en inverno y la posibilidad de que entre aire limpio al habitáculo, así como de evitar los malos olores de la carretera en algunos momentos.
Por eso, es muy importante revisar que esté en buen estado sobre todo ahora que ya nos encontramos en los meses de calor. Y es que, además de que conducir con el aire acondicionado es mucho más placentero, en verano puede incluso evitar accidentes manteniendo a raya el calor y, por tanto, intactas las facultades físicas del conductor.
Pero si has revisado que el aire funciona, lo has limpiado… y te da la sensación de que no tiene fuerza o no enfría como debería, quizás tienes una fuga en alguno de los conductos.
Una de las causas más comunes de avería en el funcionamiento del aire acondicionado la ocasionan las fugas en el circuito del refrigerante. Producen un descenso en la cantidad de líquido y ocasionan pérdidas de potencia, o incluso una avería completa. Para evitar estas consecuencias, es mejor someter al sistema de climatización y refrigeración a un proceso de detección de fugas.
Hay tres procedimientos que destacan para detectar una fuga en el sistema de refrigeración, aunque muchas veces (si no somos muy manitas) es mejor acudir directamente a un taller. También se venden por internet kits para este tipo de escapes.
La primera forma de buscar es inyectando colorante dentro del sistema y, utilizando una lámpara de rayos UV, detectar dónde se localiza el escape o la avería, pudiendo así repararla.
La segunda manera es electrónica: un sistema especial detecta los gases halógenos que escapan de los tubos y avisa mediante una señal acústica. Es ideal para detectar fugas en sitios poco accesibles o escapes de pequeño tamaño.
Y, por último, se puede utilizar un sistema de gas formier (95% de nitrógeno y 5% de hidrógeno) y con un pequeño detector recorrer todos los tubos del sistema hasta que este localice dónde está el escape.