¿Tienes un híbrido enchufable y no quieres perder autonomía a causa del frío? Sigue estos consejos
En los meses fríos del año, haya o no temporal, siempre tenemos que tener ciertas precauciones a la hora de coger el coche. Llevar cadenas por si aparece la nieve, revisar los neumáticos, llevar rascadores para quitar el hielo y comprobar el nivel del líquido refrigerante son, entre otras, medidas de precaución básicas.
Esto es común a todos, pero en el caso de los coches de última generación, como los híbridos enchufables, conviene tener otras cosas en cuenta, no porque no vayan a funcionar bien –han pasado por multitud de tests y son totalmente fiables–, sino para que sean más eficientes ante el frío, como nos cuenta Francesc Sabaté, responsable de Desarrollo de Sistemas de la marca española Seat.
La autonomía en modo eléctrico de un coche híbrido enchufable se puede ver afectada a bajas temperaturas, y por eso es recomendable, si se puede, cargar la batería en zonas interiores con temperaturas menos frías. Asimismo, poner a cargar justo después de su conducción también es útil para que la temperatura de la batería se mantenga, mejorando así el rendimiento del proceso.
Los componentes eléctricos rinden de manera más eficiente a 21 o 22 grados centígrados, y para alcanzarlos sin que repercuta en la autonomía de la batería conviene que el vehículo alcance esa temperatura antes de usarlo y conectado aún al punto de carga. Es aconsejable preacondicionarlo utilizando las funciones de calefacción a distancia que proporciona, por ejemplo, la aplicación Seat Connect o activando los asientos y el volante calefactables. De esta forma evitamos gastar la energía de la batería para realizar esta acción una vez iniciemos la marcha.
En épocas de frío extremo se recomienda dejar el coche enchufado al punto de carga, lo que como hemos visto permite el uso de la función de preacondicionamiento, calentando la batería previo al inicio de la marcha. También hay que tener en cuenta que, solo en frío, el vehículo arranca utilizando el motor de combustión hasta que se alcanza la temperatura correcta para el uso de la batería. Después ya se puede disfrutar con total normalidad de la ventajas de un coche híbrido enchufable.
Si bien una conducción suave siempre es clave para reducir el consumo, en un coche híbrido enchufable es muy necesaria al arrancar en pleno invierno. Por otro lado, conducir de manera tranquila ayuda, por ejemplo, a incrementar la energía obtenida por el freno regenerativo, aumentando la autonomía de la batería en el propio trayecto.