¿Tú también ves ‘caras’ en los frontales de los coches? Tranquilo, no eres el único
Ese está enfadado, ese tiene cara de macarra, ese parece feliz… ¿a ti también te pasa? Ir tranquilamente caminando por la calle (sí, porque si vas al volante tienes que estar atento a la carretera y no despistarte) y darte cuenta de que los coches que vienen de frente parece que tienen caras.
No te asustes, no eres el único ni la única y, además, sufrir este efecto es buena señal, ya que significa que tu cerebro tiene unas conexiones fuertes y estables, según desveló un estudio de la Universidad de Toronto.
El nombre de este fenómeno psicológico es pareidolia y provoca que un estímulo (una imagen o un objeto, por ejemplo) vago sea percibido como una forma reconocible. Esto explicaría, según algunos investigadores, y estaría a su vez provocado por la manera que tiene de funcionar nuestro cerebro.
Así, uno de estos estímulos son los frontales de los vehículos. Entre los faros y la parrilla, nuestro cerebro percibe graciosas caras en los coches que nos pueden dar la sensación de turismos alegres, deportivos enfadados o pequeños urbanos tristes.
Así, la pareidolia puede llegar a influir en muchos aspectos, como incluso en la compra de un nuevo vehículo. Según un experimento llevado a cabo por parte del equipo de EFS Consulting, la mayoría de los compradores de coches preferirían aquellos que parecen enfadados. ¿Por qué?
Estos coches son más ancho y bajos de frontal, con una entrada de aire alargada y unos faros angulosos… la descripción encaja con el aspecto de un coche deportivo. Y, ¿a quién no le gustaría conducir un buen deportivo? Por lo menos, estéticamente, hay que reconocer que son coches que gustan a casi todo el mundo. Por cierto, los coches menos valorados como opción a compra fueron los tristes.