El parabrisas del coche es uno de los elementos más importantes para conducir con seguridad, ya que permite que percibir y ver todo lo que sucede delante de nuestro vehículo. El 90% de la información necesaria al volante se recibe a través del sentido de la vista, por lo que lógicamente las lunas del vehículo influyen en este flujo de datos.
Es por esta razón que, algunas empresas como Apple, han decidido dar un paso más allá en sus investigaciones e innovaciones tecnológicas para que la responsabilidad de cuidar y vigilar el buen estado del parabrisas no recaiga únicamente sobre el dueño del coche y, así, evitar también los errores humanos.
El gigante tecnológico acaba de patentar un parabrisas inteligente que detecta por sí mismo cuando tiene alguna fisura y, lo mejor de todo, agenda una cita con el taller mecánico de confianza para su reparación.
¿Cómo funciona este sistema? Emplea una capa conductora con una red de receptores dentro del cristal y el sistema hace pasar pequeñas corrientes en dirección vertical y horizontal, detectando así fisuras o anomalías al comparar la resistencia óhmica de los receptores. Según el texto de la patente, “con estos receptores se pueden realizar mediciones de resistencia en las capas conductoras para detectar fisuras».
Cuando se habla del futuro de los coches inteligentes, este tipo de detalles parecían pasar desapercibidos pero también están incluidos en el pack del vehículo autónomo. La mayor ventaja de estas innovaciones técnicas es que los coches serán capaces de detectar por sí mismos sus roturas y averías, algo que en los modelos más modernos ya puede empezar a verse, aunque de manera más rudimentaria.
Para completar el escenario, Apple incluso va más allá con su patente y describe un escenario con coches autónomos que acuden por sí solos al taller en los momentos en los que su dueño no los usa.